Mater Christi -asociación privada de fieles de derecho diocesano- comienza su andadura en Madrid el 8 de diciembre de 1975, solemnidad de la Inmaculada Concepción, cuando un puñado de jóvenes se consagraron a Dios de la mano de la Virgen María, a la que desde aquel momento la invocarían como: María, nuestra Madre y nuestra Guía.
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Poco sabían lo que Dios quería de ellos, solamente tenían claro que debían entregarse a la evangelización en aquellos sectores de la sociedad más necesitados de la atención de la santa Iglesia católica.
Que debían hacerlo en plena y total dedicación, razón por la que no había otro camino que la Consagración a Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
En aquel 1975 la Iglesia celebraba el Año Santo ordinario, que tuvo como lema Año Santo de la Reconciliación, en el que Mater Christi se sintió llamada desde el primer momento a trabajar por la reconciliación de las personas con Cristo, en un encuentro personal e íntimo con Él.
De Jubileo a Jubileo
Por ello, en este nuevo Año Santo, Peregrinos de Esperanza, estamos felices ante la celebración gozosa del 50º aniversario de la fundación de Mater Christi.
Es la gran ocasión de dar gracias a Dios por estos cincuenta años, que hemos vivido con la mayor ilusión, para llevar a cabo la misión evangelizadora que se nos confió, para Gloria de Dios, el bien de las almas y el mejor servicio a la Iglesia católica.
Confiamos en que Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, nos dará las gracias necesarias para seguir perseverando en el camino iniciado aquel 8 de diciembre de 1975, Año Santo de la Reconciliación.
Igualmente seguiremos caminando bajo la mirada de María, nuestra Madre y nuestra Guía, que propició e impulsó la fundación de Mater Christi.
