Santidad en zapatillas: un título así puede resultar sorprendente… o, al menos, llamar la atención. De eso se trata, porque dos conceptos muy diferentes, santidad y zapatillas, nos ayudarán a centrar el modo de acercarnos a Dios desde la experiencia que Francisco Butiña, SJ, dejó entrar en su corazón de artesano y trabajador, de sacerdote jesuita, de servidor de los pobres, de caminante y buscador de Dios en lo sencillo de cada día.
- Descargar Carisma Hijas de san José en PDF
- WHATSAPP: Sigue nuestro canal para recibir gratis la mejor información
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Los invitamos a entrar en este camino apasionante, que nos mueve, por un lado, a descalzarnos, ya que lo que vamos a recorrer es tierra sagrada y nos adentra en nuestra historia personal y congregacional, donde tocamos nuestras raíces, experimentamos quiénes somos y sentimos la fuerza que nos lanza a compartir, a convertirnos en don para los demás. Por otro lado, la invitación es a calzarnos, “ponernos las zapatillas”, y seguir haciendo historia, paso a paso.
Santidad en zapatillas nos habla de un modo de encontrarnos con Dios, nos sitúa ante su voluntad, decidida y amorosa, de salir a nuestro encuentro en el diario vivir. Tenemos la suerte de conocer a un Dios que se acomoda a nuestros espacios y tiempos. Lo cotidiano, lo frágil, lo vulnerable, lo imperfecto, son lugares donde Dios habita. Dios se hace carne de nuestra carne en la humildad y sencillez del día a día; de eso nos hablan las zapatillas. Es tan fácil que uno se asombra de no haberlo descubierto antes; pero también es tan misterioso, que realmente solo los de corazón transparente y sencillo alcanzan a comprenderlo.
Camino y Caminante
Sentir que Dios entra en nuestra realidad, la conoce y se encarna en ella, es una de las experiencias más profundas y transformadoras de la vida. Es lo que nos mueve a caminar sin temor, animados por este Dios presente, cercano, que al mismo tiempo es Camino y Caminante.
El origen de esta historia está en Bañolas. Un niño nacido en Cataluña, en la primera mitad del siglo XIX, geográfica y temporalmente próximo a la revolución industrial, contemplaba asombrado el lago de Bañolas, como un regalo del Creador. La experiencia de Dios así cultivada y la implicación en el negocio familiar de “corders” le fue preparando para calzarse las zapatillas de peregrino, de compañero de Jesús. Así comenzó todo.
Descargar Carisma Hijas de san José en PDF