Raquel Lara, secretaria de la JOC
Secretaria de la JOC

Santos de la habitación de al lado


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“El Espíritu Santo es la fuerza que recrea constantemente a la Iglesia”. Pentecostés es la fiesta de la revolución de Dios, de la “primavera eclesial”, de la mayoría de edad de los seguidores de Jesús, el profeta de Nazaret “que pasó por este mundo haciendo el bien y liberando a los oprimidos por el mal, porque Dios estaba con él”. Es la fiesta de la vida que se expande en todas las criaturas y en todas aquellas que hacen posible la humanización del mundo.

Pentecostés es fuerza, alegría, transformación y llamada a la plenitud. Es la fiesta del Espíritu, la fuerza del Amor de Dios que ha resucitado a Jesús y continúa resucitando y recreando toda la creación, convirtiendo a sus discípulos en comunidad misionera, testigos del resucitado.

Movimientos de Acción Católica España

Reunión de toda la Acción Católica de España, con sus conciliarios y el obispo responsable, Carlos Escribano

La Acción Católica celebra su día en Pentecostés. Somos gracias al Espíritu de Jesús que vive y actúa en sus discípulos, nuestra misión es la misma que el Padre-Madre Dios le encomendó a Él, “ser testigos del amor de Dios a la humanidad”. El Espíritu de Jesús es el que nos permite hacer memoria de las acciones de Dios en la vida de la Iglesia y en la historia, él nos permite ser fieles al proyecto humanizador del Reino, es aquel que nos capacita para ser Iglesia que camina por el mundo siendo fermento de la humanidad nueva, con la certeza de que Jesús siempre nos acompaña y su Espíritu no deja de asistirnos.

Ser testigos de un Evangelio encarnado

Al igual que los apóstoles “aquel día” vieron como sus corazones eran transformados y se sentían renovados para recorrer los caminos y transmitir la Buena Noticia a todos los pueblos, los movimientos de Acción Católica en Pentecostés recogemos el testigo que nos encomienda la comunidad eclesial y con humildad y responsabilidad, asumimos la misión de ser testigos de un Evangelio encarnado, que apuesta por las personas más empobrecidas de nuestra sociedad y crea relaciones nuevas en igualdad y justicia.

Es el Espíritu el que nos capacita para vivir con autenticidad y coherencia el estilo de vida que nos propone Jesús. Es el Espíritu el que nos  permite reconocer que el Dios de Jesús es quien sale a nuestro encuentro, orienta nuestra vida, nuestras opciones y nos permite desarrollar la vocación a la que cada uno somos llamados. Pero, ¿realmente estamos abiertos a su acción en nuestra vida?

La solidez de la Acción Católica viene avalada por la acción del Espíritu que la fecunda constantemente: los movimientos apostólicos son espacios donde se forjan auténticos militantes cristianos para la vida, cuya vitalidad se ha dejado sentir tanto en las comunidades parroquiales, como en otros ámbitos eclesiales y sociales.

Una escuela de Evangelio

Testigos de ello somos los movimientos especializados: Juventud Estudiante Católica (JEC), Hermandad de Acción Católica (HOAC), Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER), Profesionales Cristianos (PX), Movimiento Rural Cristiano (MRC) y Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos (MJRC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC), somos una escuela de vida, una escuela de Evangelio, donde los laicos descubrimos nuestra vocación y nos comprometemos a hacer presente el proyecto humanizador del Reino, asumiendo un estilo de vida según el Evangelio, generando de esta manera militantes cristianos para toda la vida.

Somos movimientos que nos sentimos enviados por la Iglesia a llevar la savia del Evangelio a los distintos ambientes donde se desarrolla la vida de la gente: el mundo de la economía, del trabajo, de la universidad, de la política, de la discapacidad… que en un principio podrían parecer ajenos al Evangelio, pero la experiencia nos muestra que son espacios permeables al proyecto de Jesús, y que se pueden transformar gracias al testimonio y a la acción transformadora de los militantes cristianos.

Los movimientos de Acción Católica generamos y acompañamos procesos que ayudan a las personas a abrirse al Espíritu de Dios en sus vidas, a sentirse protagonistas de la evangelización, a convertirse en “discípulos misioneros”, y así construir “el Reino de Dios”.

Necesitamos “santos de lo cotidiano”

Hoy más que nunca el mundo necesita, como dice el papa Francisco, de “santos de lo cotidiano”, santos de la habitación de al lado, del piso de arriba. Pero… ¿somos capaces de contemplar y reconocer la acción del Espíritu en ellos y ellas y secundarla?

A través de los movimientos de Acción Católica especializada, el Espíritu recuerda continuamente a la Iglesia su condición secular y su relación con el mundo. La Iglesia no existe para ella misma sino para salir al encuentro del hombre y la mujer de hoy, ofrecerles la Buena Noticia del Evangelio y hacerlos “discípulos-misioneros” colaboradores suyos en la tarea de hacer presente el proyecto humanizador del Padre-Madre Dios.

A mí me vienen muchos rostros y muchos nombres a la memoria y te animo a que tú también lo hagas:

– Personas que están presenten en cientos de plataformas donde se invierten muchas energías al servicio de los empobrecidos, de los enfermos, de los que se sienten solos y abandonados o despojados de su dignidad, como Gabi, Fran, Dayana…

– Personas jóvenes inquietas y creativas que luchan contra el fracaso escolar, el paro, la precariedad laboral y a favor de un futuro digno para las generaciones más jóvenes y vulnerables, como Urbez, Noelia, Bibiana, Pablo…

–  Militantes cristianas que están presentes en el mundo de la política, de los sindicatos, o en las distintas asociaciones ciudadanas, que se esfuerzan por construir una sociedad más humana, como: “Asociación educativa Barbiana”, “No más precariedad”, “movimiento feminista”…

– En todas aquellas personas que con su testimonio sencillo intentan transmitir amabilidad, paz, alegría, esperanza, en la familia, en el trabajo y en todos los lugares donde se desarrolla la vida, como Cristina, Elvira, Ibai, María, Juan Carlos…

– En las personas que viven situaciones de dolor o luchan contra la injusticia y se mantienen firmes y esperanzados a pesar de las dificultades como Luis Briones, Mª Ángeles, Paco Aguilera, Gabriel Delgado…

–  En  tantas mujeres que no se resignan y alzan la voz ante la opresión que genera este sistema heteropatriarcal que nos consume y no nos permite vivir con dignidad, como Irene, Paula, Ainara, Laura…

El Espíritu es el protagonista en la comunidad de los seguidores de Jesús, Él nos capacita para ser sal y luz. Los movimientos de Acción Católica tenemos conciencia de ser Iglesia, buena noticia, en medio de la vida de la gente: “elegidos”, “llamados” y “enviados” por la propia Iglesia para llevar adelante esta tarea en su nombre; por todo lo cual, nos sentimos agradecidos y con alegría queremos ser fieles a la tarea encomendada.