Fernando Vidal
Director de la Cátedra Amoris Laetitia

Rehumanizar la razón


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El triunfo de la filosofía del espíritu. Así titula El País una entrevista a los intelectuales Pablo d’Ors y Juan Arnau, con motivo de la publicación de Biografía de la luz, obra del primero. La idea principal es que el positivismo, aplicado a las ciencias y la razón pública, es muy insuficiente para explicar la realidad, iluminar el progreso y ayudar a vivir. Proponen que la espiritualidad o la sabiduría son vías para pensar juntos. Este reconocimiento en El País es otro signo de un cambio crucial en nuestro tiempo.



El mayor problema estructural de la humanidad del siglo XXI es discernir qué es real. Ya no basta con los derechos humanos: el problema es saber juntos qué es ser humano, el cosmos y la realidad en su conjunto. El mayor riesgo para la gente es la disolución relativista, tecnocrática o fundamentalista de la realidad, porque entonces solo hay poder y violencia.

En el siglo XXI, el mayor reto para la humanidad es alcanzar un nuevo paradigma de razón que no mutile, sino que integre todo el saber y el amor humano –porque el amor humano es saber y su saber tiene forma de amor–. ¿Qué racionalidad es capaz de abarcar nuestro pensamiento, qué aventura trasciende, calla o imagina ilimitadamente la nada y el todo? Las inteligencias múltiples, los confines, diversidades, silencios, infinitos, misterios, objetos imposibles y paradojas no solo forman parte de la conciencia humana, sino que la hicieron posible.

Llevamos décadas buscando la reflexividad compleja, pero ninguna razón cerrada, arrogante y excluyente será capaz de hacerla posible. La espiritualidad es la experiencia directa e inmediata en la pura realidad y, desde ella, es posible la razón compleja y humilde que precisa hoy y siempre la humanidad.

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