Ramiro Jiménez Cruz, sacerdote de la Arquidiócesis de México
Sacerdote de la Arquidiócesis de México

¿Por qué el silencio?


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Es cultura hoy en día hablar por hablar, opinar, juzgar o más aun condenar.



¿Qué es lo que realmente hay detrás de las muchas palabras de las instituciones? ¿o en el extremo contrario la postura incomprensible cuando guardan silencio los que deberían decir algo?

Estar a la altura de la realidad es tener una actitud más honestamente HUMANA; estamos en un tiempo tan lleno de desolación que aprovechamos de la irresponsable información y acompañamiento para salir sin mayor precaución a contagiar a todos, por la confusa información que nos han dado; estamos en un tiempo de desolación que por ser escrupulosos en querer decir “cuidar a todos”, nos hemos aislado, omitiendo hasta una palabra cuando el otro era lo único que esperaba o necesitaba.

El silencio bajo esta circunstancia es distancia que nos hace egoístas y cobardes; esa distancia nos ha llevado a solo ser jueces de todos y estrategas de escritorio.

No hace falta ser protagonistas y poner como excusa la humildad; hay obligaciones históricas, donde el tener una estructura mental, o una conciencia despierta, o un cargo institucional te obliga a decir UNA PALABRA, a hacer PRESENCIA RESPONSABLE, a dar IDEAS INNOVADORAS y a generar PROYECTOS que sumen.

El cubrebocas NO ES CALLAR, el confinamiento NO ES HIBERNAR, el gel NO ES ENFERMARTE DEL OTRO… saquemos lo mejor que a lo largo de la vida hemos aprendido, ¿qué te sigue entusiasmando de la vida? ¿qué te sigue animando para servir al modo de Jesús?

Que tu silencio no evidencie tu falta de hermanos, pues al olvidarnos de nuestros prójimos, nos volvemos mentirosos aunque en discursos u homilías seamos supuestamente todo lo contrario. (Cfr 1Jn4,20)

 

Ram Padrenet