José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Entre tornos y locutorios


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VIERNES

A toda la Iglesia le queda largo trecho por recorrer para poder liberarse del madero de los abusos sexuales. Porque quedan alfombras por levantar. Zonas oscuras que iluminar. Pero también hay quien se lo ha tomado en serio. Y buscan auditorías. Y se plantean todavía más protocolos de prevención para los más vulnerables. Y reconocen que no es nada fácil. Pero dan pasos. Sin marcha atrás. Abrir procesos bergoglianos.



SÁBADO

Rato del almuerzo. Aprovecho para conectarme a un retiro organizado por María Luisa Berzosa. Llamada a aceptar los bajones. A abrazar los desasosiegos. A considerarlos como regalo.

DOMINGO

José Luis ha cambio el cepillo de sitio. Lo tenía en las puertas, para que la gente dejara sus donativos a la salida, ante la imposibilidad de realizar la colecta durante la eucaristía. Pero alguien metió la mano el otro día. Ahora las cestas están a los pies del altar. “Seguro que lo ha cogido alguien a quien le hacía falta”. La bondad de una madre es insuperable.

LUNES

Sevilla. Dicen que llega ya el relevo para Juan José Asenjo. Si lo hace, llega tarde. Muy tarde. Hace cuatro meses que el arzobispo lanzó un grito al cielo en forma de carta. Bueno, quien dice al cielo, dice al nuncio, a Secretaría de Estado… A través de una misiva a los diocesanos, solicitaba que se acelerara su sucesión. “No puedo leer ni escribir”. Y ahí sigue. “Sufriendo mucho, como nunca sospeché”. Cuestión de humanidad. Solo eso. Cuando falta esa capacidad de reacción, quedan al descubierto algunas vergüenzas. La cultura del des-cuidado.

Monasterios conventos cierre

MARTES

En pocos días, me llegan ecos cruzados de los carmelos. Preocupación en Roma, porque algún mitral español se dedica a azuzar a las hijas de Teresa que se sumaron a la ‘reforma’ de La Aldehuela. Para que se resistan a los cambios propuestos por Carballo. Oposición de aquella manera sucinta, para lanzar dardos y no ser descubierto. Para lanzar a otras de escudo. Esa resistencia que se hace entre bambalinas. Perdón. Entre tornos y locutorios.

MIÉRCOLES

Soy del grupo de aquellos que saben que la eternidad se avecina larga y que esto se esfuma cuando menos te lo esperes. Hoy me he topado con una de las mías. “Mejor morirse agotada que descansada”.

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