La firma
En Gaza ya ha comenzado a entrar de forma más o menor regular de la ayuda humanitaria desde Egipto. En este país desde el que circulan alimentos, medicinas, bombonas de gas o equipos de rescate mientras se espera la liberación de los rehenes… se firmará este lunes el acuerdo de paz. En el acto, en el Sharm el Sheikh, un balneario en el mar Rojo, participará el presidente estadounidense Donald Trump –que hará escala previa en Jerusalén–, algunos mandatarios de los principales países árabes, el secretario general de la ONU y algunos presidentes europeos.
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Esta acuerdo llega pocos días después de que se cumplieran dos años del ataque del 7 de octubre de 2023 cuando los terroristas de Hamás mataron a 1.200 personas en Israel y secuestraron a más de 200, provocando una respuesta desmedida –con bloque de ayuda humanitaria incluida– por parte de Israel. Más allá de la valoración terminológica de los sucedido en Oriente Medio, la condena de los hechos ha sido masiva. También desde el Vaticano a través de sus canales diplomáticos, sus responsables de política exterior y el propio León XIV, aunque el eco de sus palabras no siempre ha resonado con fuerza.
La semana
¿Cuáles ha sido estas palabras? Repasemos solo los últimos días y empecemos por el final. Ángelus de este domingo, 12 de octubre, al final de la misa con los participantes en el Jubileo de la espiritualidad mariana. Es su intervención con tono más institucional tras el inicio del alto al fuego:
Es estos últimos días, el acuerdo sobre el inicio del proceso de paz ha encendido una chispa de esperanza en Tierra Santa. Animo a las partes implicadas a proseguir con valentía el itinerario marcado hacia una paz justa, duradera y respetuosa de las legítimas aspiraciones del pueblo israelí y del pueblo palestino. Dos años de conflicto han dejado muerte y ruinas por todas partes, sobre todo en el corazón de quien ha perdido brutalmente hijos, padres, amigos y todo lo que tenía. Me uno junto con toda la Iglesia a su inmenso dolor. Hoy está dirigida sobre todo a ustedes la caricia del Señor, la certeza de que, incluso en la oscuridad más profunda, Él permanece con nosotros: ‘Dilexi te – Te he amado’. A Dios, única Paz de la humanidad, le suplicamos que cure todas las heridas y ayude con su gracia a realizar lo que humanamente ahora parece imposible: redescubrir que el otro no es un enemigo, sino un hermano a quien mirar, perdonar y ofrecer la esperanza de la reconciliación.
Vigilia del sábado 11 de octubre por la noche en la Plaza de San Pedro. Entre las propuestas está el rezo del rosario por la paz ante la Virgen de Fátima:
Y entre las palabras de Jesús que no queremos dejar pasar, una resuena especialmente hoy, en esta vigilia de oración por la paz: la dirigida a Pedro en el huerto de los olivos: “Envaina tu espada” (Jn 18, 11). Desarma la mano y, antes aún, el corazón. Como ya he mencionado en otras ocasiones, la paz es desarmada y desarmante. No es disuasión, sino fraternidad; no es ultimátum, sino diálogo. No llegará como fruto de victorias sobre el enemigo, sino como el resultado de sembrar justicia e intrépido perdón.
‘Envaina la espada’ es la palabra dirigida a los poderosos del mundo, a quienes guían el destino de los pueblos: ¡tengan la audacia de desarmarse! Y al mismo tiempo es dirigida también a cada uno de nosotros, para hacernos cada vez más conscientes de que no podemos matar por ninguna idea, fe o política. Lo primero que hay que desarmar es el corazón, porque si no hay paz en nosotros, no daremos paz.
Con los periodistas
A la salida de Castel Gandolfo de vuelta al Vaticano el 30 de octubre, tras conocerse el acuerdo de paz definió como “una propuesta realista” el plan de paz para Gaza presentado en la Casa Blanca. “Esperamos que acepten”, ha señalado el pontífice sobe la propuesta de 20 punto del presidente Donald Trump con el visto bueno del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. El Papa, que ha reclamando continuamente un alto el fuego y la liberación de los rehenes, valora que “hay elementos muy interesantes” en el plan y confía en “que Hamás acepte en el plazo establecido”. Preguntado por los periodistas por la Flotilla que lleva ayuda humanitaria rumbo a Gaza, defiende que “se quiere responder a una verdadera emergencia humanitaria” y confían en que “no haya violencia y que se respete a la gente”, según recogen los medios vaticanos.
Una semana después, el Papa pidió “reducir el odio y recuperar la capacidad de dialogar”, porque, según ha dicho, “solo la paz basada en la dignidad humana puede sanar las heridas del mundo”. El Pontífice, a quien han preguntado acerca de la reacción de la embajada de Israel ante la Santa Sede a las palabras del cardenal Pietro Parolin, ha recordado el ataque terrorista ocurrido hace dos años en Israel, en el que murieron más de 1.200 personas, y lamentó las terribles consecuencias que siguieron para la población palestina. “Han sido realmente dos años muy dolorosos”, para el Papa. “Debemos pensar mucho en cuánto odio existe en el mundo y comenzar por nosotros mismos, preguntándonos por qué existe y qué podemos hacer para transformarlo”, ha subrayado. León XIV reconoció que, según los datos más recientes, entre 60.000 y 67.000 palestinos han perdido la vida en estos dos años de violencia, lo cual “es algo que nos hace pensar profundamente en cuánta violencia y cuánto mal es capaz de generar el ser humano”. “Hay que reducir el odio, hay que volver a dialogar, hay que buscar caminos de paz”, ha aseverado.
