Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

El Black Friday es una fiesta de guardar


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En el final del mes de noviembre hemos tenido la segunda fiesta de guardar del calendario litúrgico de la religión economicista. Después de un Hallowen en el que hemos comprado bagatelas para decorar nuestras casas, nuestras tiendas y algunos lugares públicos y en el que también hemos adquirido disfraces y pinturas que nos han permitido transformarnos en horripilantes y siniestras criaturas, llega el “viernes negro”, esa semana en la que las empresas parecen tirar la casa por la ventana y nos venden todo a unos precios de “escalofrío”.



Es una fiesta que no podemos dejar pasar. Desaprovechar la ocasión es imperdonable. Cualquier persona que tenga interés en realizar compras a un buen precio, en exprimir sus euros para lograr tener más con su salario, no puede dejar de mirar en las páginas web para lograr esa oferta que le permitirá adquirir el bien deseado a unos precios de escándalo. ¡Cómo no correr y olvidar otras prioridades para dedicar nuestro tiempo a buscar esa ganga que seguro que está esperándonos!

Compras, consumo, rebajas

Y así, durante la semana siguiente, comentamos la gran compra que hicimos consiguiendo ese producto a un precio que nunca hubiésemos imaginado. Cómo valió la pena aprovechar la oportunidad, cómo el tiempo dedicado a buscar el descuento adecuado ha sido bien invertido, y la suerte que tenemos de vivir en una sociedad que nos permite estas oportunidades de tener lo que queremos a precios asequibles.

A esta satisfacción se une la de que estamos haciendo lo que se supone que es normal, lo que todos quieren hacer, lo que está dentro de la corriente principal. Y solamente nos queda esperar a la siguiente fiesta de guardar, esa navidad que está ya cercana, en la que volveremos a sumergirnos en riadas de personas que entran en tiendas y en centros comerciales para adquirir regalos para sus seres queridos.

Otra gran fiesta del economicismo que vendrá seguida por las rebajas, San Valentín, el día del Padre, el día de la madre… ¡Qué grande tener tantas oportunidades para ir a comprar!