Teresa García, responsable de Difusión de la HOAC
Responsable de Difusión de la HOAC

Amazonia, resistencia y vida


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Hace unos días, en Ciudad del Vaticano, comenzó el Sínodo Amazónico. Una asamblea especial de los obispos con la mirada puesta en esta región del mundo, en la perspectiva de abrir “nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”, que concluirá el próximo 27 de octubre. Este hito histórico, ocupa la atención de la Iglesia universal y tiene un enorme interés para los medios de comunicación, como se puede leer a diario en Vida Nueva, en Vatican News o en cualquier otro medio generalista que sigue su desarrollo. No me detengo en esto, no porque no sea relevante, que lo es, sino para poner la mirada en lo que necesita ampliarse y, modestamente, ayudar a ello desde este blog.

En los primeros días de septiembre, en Guararema, Brasil, un grupo de delegados de movimientos populares de la zona, entre los que se encontraba el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos, compartieron la necesidad de dialogar sobre este hito histórico de la Iglesia a la luz de Instrumentum laboris del Sínodo, del que también sabemos que para su redacción se escuchó a los pueblos de la Amazonia, en esta dinámica de sinodalidad del pontificado reforzada con ‘Episcopalis communio’.

El Pronunciamiento de Guararema

De este diálogo, en el que participó el hoy cardenal Michael Czerny, se consensuó un Pronunciamiento, entregado en Roma al cardenal Pedro Barreto por dos delegados del encuentro que estuvieron acompañados por Charo Castelló, militante de la HOAC y miembro del comité organizador de los tres encuentros mundiales de movimientos populares con Francisco, con el compromiso de hacerlo llegar a los participantes del Sínodo y al Papa.

Los movimientos populares estamos comprometidos con la defensa de la madre tierra y el buen vivir –en armonía integral, de vida plena– y preocupados por la situación de injusticia y destrucción en la Amazonia, territorio de vida. Esta región es el centro de una disputa de sentidos y de proyectos socioeconómicos, en medio de una crisis socioambiental (‘Laudato si’’, 139).

Sínodo Amazonía

El proceso de apropiación de territorios y bienes comunes –y naturales– está marcado por el avance del agronegocio, la explotación mineral y petrolífera, y los grandes proyectos de infraestructura a ellos asociados, liderados por grandes corporaciones, el capital financiero y el complejo armamentista, que buscan imponer sus intereses por encima de los modos de vida de los pueblos amazónicos, y cuyo reflejo es la desforestación, la ocupación ilegal de los territorios y la consiguiente expulsión de los pueblos indígenas y campesinos. Para ello, se legitima la violencia, los fundamentalismos, el racismo, la criminalización de las organizaciones populares, la persecución y asesinato a sus líderes. Los incendios provocados son consecuencia de la profunda regresión en los marcos de protección socioambientales.

Iglesia en salida

Saludamos la valentía de las propuestas del Documento de Trabajo del Sínodo, especialmente las sugerencias expresadas. Una Iglesia que camina y que se sitúa junto a los pueblos y la Amazonia, compartiendo la defensa de los derechos de los pueblos indígenas, condición esencial para avanzar en una ecología integral. La apuesta por la agroecología, la agricultura familiar campesina e indígena, comunitaria y agroflorestal. Y la promoción de una nueva conciencia ecológica, ayudando a superar nuestra cultura consumista, que descarta a personas y a la madre tierra.

Por todo ello, como expresión de comunidad solidaria, se ha convocado la campaña Amazonia, resistencia y vida en la que los trabajadores cristianos invitamos a celebrar la Eucaristía y a la oración durante el mes octubre, teniendo presente esta realidad y acompañar así a los hermanos y hermanas participantes del Sínodo.