Autores

Ricardo Medina

El día después

"Quizá estás de súper buen humor, porque tu candidato va a la cabeza. O quizá estés en la angustia total, porque sus probabilidades de triunfo se ven cada vez más bajas. No importa. Entre las cosas buenas que generan las campañas es que concentran la atención hacia lo relevante que es la gestión pública... Ahora, tras la elección en México ¿Qué sigue?"

Por fin, ¿viciosos o virtuosos?

“'A grandes males, grandes remedios', dice mi padre... Estoy de acuerdo, las soluciones requieren tener más estatura que el problema original... Usando la corrupción como ejemplo, en este blog te platicaré sobre problemas y soluciones sistémicas, sobre acuerdos en lo oscurito y sobre pactos de Luz"

La Gracia que me hace

"Con alguna frecuencia mis amigos comentan que no les hace ninguna gracia mi modo de dialogar en público. Ya que no asumo posturas fijas y prefiero razonar en cada caso, me tachan tanto de intolerante como de permisivo... Se nos atora el diálogo porque que hay un sinnúmero de trampas para nuestra atención, entendimiento, razonamiento y reflexión".

De verdad, a gotas

"México se encuentra en una carrera electoral en la que lo normal, para algunos candidatos, es mentir con descaro, operar campañas de desinformación, trasparentar solo lo que les conviene y manipular encuestas para que les favorezcan. Son cosa diaria las acusaciones repetitivas sobre la ineptitud y corrupción ajenas, que nunca van acompañadas del mínimo reconocimiento de falta propia"

Con fines de encuentro

"Estoy tan acostumbrado a escuchar a Jesús paciente, altruista y misericordioso, que a veces me olvido de su súper inteligencia e ingenio. Como cuando se encontró con ese grupito de fariseos, que trató de contrapuntearlo con la Secretaría de Hacienda, incitando a la gente a no pagarle impuestos al César."

(Como) por obra del Espíritu Santo

"Uno de mis pasajes favoritos de la Escritura es aquel en que Jesús nos da la señal de lo que verdaderamente significa ser cristiano. No darle like a lo que hizo, ni ser su fan, ni tampoco ser su follower, sino su discípulo. Y es clarísimo, la gente conocerá que somos sus discípulos si nos amamos unos a otros (Jn 13,35)"