Tras la celebración el 25 de noviembre del Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, hablamos de dos jóvenes, Rosalía y Rozalén, cuyo grito es necesario escuchar –también en la Iglesia–: ¡No podemos callarnos! Ya es hora de cruzar la puerta y aprender a bien querer.

"Asisto a la apertura de la Asamblea Plenaria, uno días estratégicos a nivel comunicativo, donde nuestra voz en las luchas sociales debe de ser obligada, cercana y con disposición a trabajar"

"Para desarrollar la vocación personal necesitamos una ley educativa que se mantenga en el tiempo, que ayude a los jóvenes a ver el sentido a todo lo que hacen y que hagan lo que hagan el fin siempre deba ser estar al servicio de la sociedad. Esto no se consigue solo, requiere esfuerzos y que nos pongamos a ello".

"No hay que crear nada nuevo, solo hace falta apostar, confiar y amar a los jóvenes"

"En ocasiones veo una Iglesia que camina paralela a la sociedad, a su lado, pero en otro carril, sin mezclarse y manteniendo firme ideas que poco tienen que ver con el avance de la sociedad. Se trata de caminar juntos, pero también revueltos. ¿Por qué no?"

"Jesús entregó su vida, y el misionero Patricio Larrosa también, no me hace falta nada más para seguir creyendo en la viva actualidad del evangelio"

"Si tu compañero de clase te pide ayuda, ayúdale; si tu amiga necesita que la escuches, escúchala; si tu madre te aconseja, acepta el consejo; en tu trabajo, lucha por el bien común; si ves que alguien sufre, preocúpate por qué… Nada fácil esta tarea, pero esto es santidad y tu vida será un poquito más santa si lo logras".

"Como habréis observado, #EnClaveJoven cambia de 'look', pero es otro militante joven cristiano el que escribe; y vive en la sociedad, por lo que seguiremos hablando de lo que escuchamos, vemos y pensamos"