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Bruno Secondin

Una religiosa con un móvil, en la canonización de Oscar Romero/EFE

El perfume de la vida consagrada

"Si se piensa bien, el sentido del olfato se refiere inmediatamente a los olores, y estos a un mundo sensual con conexiones complejas y reverberaciones que dan vértigo. Por esta razón, el sentido del olfato podría considerarse inadecuado para la vida religiosa y la religión misma".