Descubrir los propósitos del año 2026 en clave de fe, es un reto para nosotros los católicos de todo el mundo, este relato solo es un intento por reconocer el poder divino, no solo el adviento o los signos, es el factor influyente de Dios sobre todos los seres humanos, es la misma estrella de Belén que sigue alumbrando todos los corazones en diferentes pesebres del mundo entero.
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1.Preparar el mejor Belén, nuestro corazón
El mejor Belén (casa de pan), no es tanto un lugar geográfico, es el significado del lugar, como un pesebre en Belén, unos pastores, unos animales, pero el mejor lugar del corazón, como centro de donde nace la verdadera vida espiritual. Lo que significa que no es casualidad el nacimiento de Jesús en Belén, es un designio de Dios en la historia de todos los hombres, Jesús es el pan de vida para todos los hombres.
En este sentido te invito a que este 24 de Diciembre, quemes la carta del perdón que he expuesto en mi libro “Para sanar el corazón con el perdón”(CCCMD, Nuevas ediciones, 2025), ojalá cada uno la realice a nivel personal y luego la quemen en familia como un signo de dejar atrás lo que no nos hace crecer, los rencores, las situaciones o recuerdos negativos y las personas que nos cuesta perdonar, es fácil hacerlo solo es cuestión de dejarle a Jesús recién nacido, lo que queremos quemar, dejar atrás y empezar algo nuevo en la vida.
2.María, la madre de Jesús es el mejor pesebre en el mundo
María tiene su lugar en la historia de salvación, porque es importante, “…reconocer que María sólo lo llevó en su seno durante nueve meses, en cambio lo lleva en su corazón desde el primer momento de su vida y lo llevará eternamente” (San Juan Eudes, OC VIII, 125). Así el nacimiento de Jesús en el seno virginal de María es una manera de explicar espiritualmente lo que hizo Dios en ella, la escogió, la preservó y la fue guiando para ser la madre del salvador.
Te invito a poner en brazos de María los sueños y las esperanzas, una oración a la Virgen María, recuerdo que existe una oración que me llego al corazón, desde el mejor ejemplo de amor y ternura, como es la oración compuesta por san Juan Eudes para este tiempo especial de Navidad.
AVE MARÍA
(san Juan Eudes)
Nos alegramos contigo, María
Hija de Dios Padre
Madre de Dios Hijo, Esposa del Espíritu Santo, Templo de la divinidad
Inmaculado lirio de la gloriosa e inmaculada Trinidad,
Rosa llena de fragancia celestial,
Virgen excelsa y fiel,
que diste a luz y alimentaste al Rey del universo,
Reina de los mártires atravesada por una espada de dolor.
Nos alegramos contigo, María
Reina del universo que recibiste poder sobre cielo y tierra,
Reina de nuestro corazón,
Vida, dulzura y esperanza nuestra,
Madre amable, Madre Admirable,
Madre de Misericordia.
Alégrate llena de gracia, el Señor está contigo, bendita entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre.
Alabamos a tu esposo San José, a tu padre San Joaquín, a tu madre Santa Ana;
Bendecimos a tu hijo San Juan, a tu ángel San Gabriel;
Damos gracias al Padre que te eligió, al Hijo que te amó, al Espíritu Santo que te desposó.
Al Señor, la gloria por la eternidad.
Amén.
3.Sanar nuestro corazón con Jesús recién nacido
Estamos en el establo de Belén en donde nació Jesús, entramos en la escena poniendo todos nuestros sentidos. Vemos a María y José que levantan a Jesús y lo aman con ternura. Ponte ahora en el lugar de Jesús. Deja que María te cargue y te llene del amor que tu madre no pudo darte. Del momento en que estuviste en el seno. ¿cómo te sientes? Dejando que José te cargue en sus fuertes brazos y te llene de todo el amor y toda la seguridad que tu padre ya no pudo darte, quizás te gustaría ver tus propios padres de pie junto a María y a José?.
Te invito a que expreses una carta de amor a tus seres queridos, para dejar que Jesú nazca en el corazón, durante muchos años, le hemos pedido al Jesús recien nacido cosas, los niños hacen una carta durante mucho tiempo atrás para recibir un regalo, acá no se trata de pedir, sino de gradecer y ser agradecidos con Jesús recien nacido, por ejemplo, yo le agradezco por el milagro de la vida, por mi familia, por mis hermanos de comunidad, por la salud, por los logros y metas alcanzados en este año y por los que vendrán este año que viene.
¿Cuáles serían los sentimientos de Jesús al nacer en la humanidad?
Lo importante es expresar esos mismos sentimientos que tuvo Jesús al nacer en la humanidad, al estar alrededor del pesebre, algo nos comunica, incluso pienso en que son dos indiscutiblemente opuestos: el amor y el odio. Amor a Dios y a la humanidad al nacer en Belén, en un pesebre humilde y sencillo, y al mismo tiempo el odio o el rechazo a lo que no es Dios ni proviene de Dios, como el caso de los reyes enviados por Herodes, para saber dónde va nacer el salvador, con otros fines. Nos dice san Juan Eudes: “Los Magos que buscaban a este Hombre-Dios, a ese Dios niño, lo encontraron y adoraron entre los brazos y sobre el Corazón de su Madre, como sobre un trono real. Y si hubieran tenido ojos de ángeles, no lo hubieran visto y adorado entre el corazón de María, sino junto con su corazón. En ese trono los hijos de la Iglesia deben adorarlo y glorificarlo” (San Juan Eudes, OC VI, 278).
Así que por el amor divino, todo se desborda en caridad, se inclina a obrar toda clase de bien a través de acciones como un brindis con los seres queridos, y por el rechazo al odio, al pecado, al desamor y se inclina a evitar todo lo que desagrada a Dios.
En fin, el nacimiento de Jesús hace parte de una fiesta que nos acerca a la ternura,
una cultura que ha venido revalorándose en nuestras sociedades, ya no se celebra simplemente una fecha puesta en el calendario, sino una gran fiesta de encuentros a través de la liturgia en la eucaristía del nacimiento y en diferentes hogares alrededor del pesebre, el árbol de navidad, una cena navideña.
Oración para la reunión familiar
“Oh, hoguera de amor, lanza tus llamas por todo el universo y también a nuestro corazón, para que, siendo miembros de Jesús e hijos de María, no tengamos con nuestra adorable Cabeza y nuestra divina Madre sino uno solo Corazón, y hagamos nuestras acciones con sus mismas intenciones y disposiciones”
(san Juan Eudes, OC, VIII, 112).
Oración para la cena navideña
“Oh dulcísima Virgen, mira con tus ojos de bondad tantas miserias que pueblan la tierra, tantos pobres, viudas, huérfanos, enfermos de todas clases; tantos prisioneros, hombres golpeados y perseguidos por la malicia humana, tantos indefensos oprimidos por la violencia de los poderosos, tantos corazones angustiados y sobre todo tantas almas que están en pecado que es la más abominable de las tribulaciones”.
(Letanía de san Juan Eudes, OC VII, 32).
Viva Jesús y María
Quién me diera que todos los corazones y lenguas gritaran conmigo:
¡viva Jesús y María!
¡Vivan los corazones que aman y honran este corazón admirable!
¡Oh sueño de mi vida, que mi corazón muera a toda otra vida y viva de tu vida, que esté animado por tu Espíritu, abrazado por tu amor, a fin de que este deseo de mi Salvador se cumpla:
“he venido a traer fuego a la tierra, y cómo quisiera que estuviera ardiendo” (Lc 12,49)
No teman este fuego: él consumirá sus cadenas y los establecerá en la libertad de hijos de Dios: los transformará en fuego divino: ustedes deben ser de fuego, como Elías, y llamas como Juan Bautista, ardientes interiormente, brillantes en el exterior; ardientes en oración, brillantes en acción; ardientes por el amor a Dios, brillantes por la caridad con el prójimo”
(san Juan Eudes, OC VI, 338).
Oración ante el Pesebre en familia
(Comienzo: Reúnanse en familia, enciendan una vela si es posible)
“Querido Padre Dios, aquí estamos reunidos para contemplar el milagro de tu amor: tu Hijo Jesús, nacido en la humildad de un pesebre”.
Agradecimiento y Petición:
“Te damos gracias por hacernos partícipes de este misterio de salvación, por la vida de tu Hijo que nos muestra tu infinita bondad”.
“Hoy, Niño Jesús, te abrimos nuestros corazones. Perdónanos por nuestras faltas y debilidades. Ayúdanos a ser como tú: pequeños, humildes y llenos de amor”.
“Haz que tu presencia en este pesebre nos recuerde que nunca estamos solos y que tu amor transforma nuestro mundo”.
Peticiones por la Familia y el Mundo:
“Que tu luz, Jesús, nazca también en nuestros hogares, fortaleciendo nuestra unión y la caridad entre nosotros”.
“Guía a nuestras familias y a todas las familias del mundo para que encuentren paz, reconciliación y un verdadero hogar en tu amor”.
“Que podamos reflejar tu misericordia en nuestra vida diaria, siendo signos de esperanza para quienes sufren y están solos”.
Oraciones Finales:
Recen juntos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
Canten un villancico para finalizar.
Claves para la Contemplación:
Humildad: Observa al Niño Jesús, tan pequeño y vulnerable, para comprender el gran amor de Dios.
Reflexión: Piensa en cómo este amor se manifiesta en tu propia vida y en tu hogar.
Intención: Pide que el espíritu de la Navidad, el amor y la paz, permanezca contigo todo el año 2026.
Por Wilson Javier Sossa López. Sacerdote eudista del Minuto de Dios
