Condena firme para uno de los asesinos del beato Wenceslao Pedernera

Hace unos días, la diócesis de La Rioja fue notificada de la resolución tomada por la Cámara de Casación Penal en la que se ratifica la decisión del Tribunal Federal de la Provincia de La Rioja que sentenció a cadena perpetua a Eduardo Abelardo Britos, autor mediato del asesinato del beato Wenceslao Pedernera.

Asimismo, se confirmó el modo del asesinato: a sangre fría, en su casa, con un plan desarrollado para dicho fin. Y quedó acreditado que su esposa, Marta Cornejo y sus hijas de 5, 7 y 12 años, fueron privadas ilegítimamente de su libertad esa misma noche.

Con esta decisión se rechazó el pedido realizado por la defensa del victimario que solicitó la nulidad de la condena.

Queda pendiente para una resolución de la Corte Suprema el lugar de cumplimiento de la condena. La querella solicitó que esta condena de lesa humanidad se desarrolle en una cárcel común, contrariamente a la situación actual donde Britos está con prisión domiciliaria.

Aquella madrugada

El matrimonio Pedernera trabajaba pastoralmente con el obispo diocesano, Enrique Angelelli. Ambos eran catequistas: participaban de grupos bíblicos y ayudaban a los más vulnerables con comida y ropa. Por su lado, Wenceslao integraba el Movimiento Rural de la diócesis que buscaba armar cooperativas y mejorar las condiciones de vida de los campesinos.

Al asumir el gobierno militar, las acciones de persecución y atropello hacia quienes trabajaban por los derechos sociales de las personas se hicieron frecuentes.

Durante la noche del 25 de julio de 1976, tres personas ingresaron forzosamente a la casa de la familia Pedernera, y golpearon y balearon a Wenceslao, en presencia de su esposa Coca y sus tres hijas.

Con unos vecinos lo llevaron al hospital de Chilecito. En el medio de ese dolor, el mártir pidió: “perdónenlos, no odien, yo ya los perdoné”. Más tarde, fallecía convirtiéndose en uno de los cuatro mártires de La Rioja.