La secularización avanza en Polonia, país natal de san Juan Pablo II. Y es que, según los últimos datos publicados por el Instituto de Estadística de la Iglesia Católica SAC (ISKK) en su Annuarium Statisticum Ecclesiae in Polonia 2024, si bien se ha estabilizado la práctica dominical tras el impacto de la pandemia, el país del papa Wojtyla se encuentra inmerso en un descenso sostenido de las vocaciones y de la participación en los sacramentos.
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El informe revela, así, que el año pasado el índice de asistencia a misa dominical se situó en el 29,6%, lo que supone un ligero aumento de 0,57 puntos porcentuales respecto al año anterior. También creció el porcentaje de fieles que comulgan en misa hasta el 14,6% (+0,64). Con estos datos, se confirma una tendencia de estabilización tras las caídas provocadas por las restricciones sanitarias durante el Covid-19. Antes de la pandemia, los dominicantes llegaban al 36,9% y los communicantes al 16,7%.
Por segundo año consecutivo se presentó también el índice relativo de personas que comulgan en misa, ya que estos alcanzaron en 2024 el 49,5%, frente al 43% registrado en 2015. “Cada vez más católicos en Polonia comulgan en las misas dominicales”, señaló el director del ISKK, Marcin Jewdokimow.
Descenso del 50% de los nuevos seminaristas
En contraste con la estabilidad de la práctica dominical, el informe recoge un descenso continuo de las vocaciones. Entre 2018 y 2024, el número de sacerdotes incardinados cayó un 6,4% y el de los que ejercen en parroquias, un 11,7%. En ese mismo periodo, los seminaristas diocesanos se redujeron más de un 50%. También disminuyó el número de religiosas en congregaciones activas, con una pérdida de más de 2.000 miembros.
La tendencia descendente afecta igualmente a la celebración de los sacramentos. En 2024 se administraron 247.200 bautismos (–7,5%), cerca de 320.000 primeras comuniones (–1,5%) y unos 213.000 sacramentos de la confirmación (-27,6%). Asimismo, el matrimonio canónico fue celebrado por 68.300 parejas, lo que representa una caída del 11,6% respecto al año anterior.
“Los datos sacramentales reflejan transformaciones demográficas y culturales. La disminución de nacimientos y los cambios en los valores sociales explican el descenso en bautizos y matrimonios religiosos”, apuntó Jewdokimow. El informe recoge además el seguimiento de la enseñanza religiosa en el ámbito escolar. En el curso 2024/2025, el 75,6% de los alumnos asistieron a clases de religión, con un descenso de 3,8 puntos respecto al curso anterior.
Por último, el anuario ofrece también datos sobre el patrimonio religioso gestionado por la Iglesia. En 2024, las parroquias católicas custodiaban más de 40.500 inmuebles catalogados, de los cuales cerca del 60% están abiertos a visitantes y más de la mitad figuran en el registro nacional de bienes protegidos. “El material presentado está al servicio de los agentes de pastoral para que reflexionen sobre qué mejorar en su labor”, indicó Krzysztof Koseła, presidente del consejo científico del ISKK.
