El consejo de León XIV para esta Navidad: “No nos dejemos llevar por la actividad frenética y superficial de los preparativos”

El Papa ha presidido hoy la última audiencia general antes de Nochebuena ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro

El consejo de León XIV para esta Navidad: “No nos dejemos llevar por la actividad frenética y

“Al acercarse la Navidad, tengamos cuidado de no dejarnos llevar por la actividad frenética de los preparativos, que terminaría siendo superficial y dando lugar a la decepción. En cambio, tomémonos el tiempo para mantener nuestro corazón atento y vigilante mientras esperamos a Jesús, para que su presencia amorosa se convierta para siempre en el tesoro de nuestra vida y nuestro corazón”. Este es el consejo de León XIV para estos últimos días de Adviento y que ha compartido con los fieles en la plaza de San Pedro en un miércoles más de audiencia general.



En este mismo sentido, ha invitado a poner el belén: “Dentro de unos días será Navidad, e imagino que en sus hogares se está terminando o ya se ha terminado el belén, una conmovedora representación del Misterio de la Natividad de Cristo. Espero que un elemento tan importante, no solo de nuestra fe, sino también de la cultura y el arte cristianos, siga formando parte de la Navidad, para recordar a Jesús que, haciéndose hombre, vino a ‘habitar entre nosotros'”.

Antes, retomando el ciclo de catequesis de este Año Jubilar, ‘Jesucristo, nuestra esperanza’, el Papa ha centrado su meditación en el tema ‘La Resurrección de Cristo y los desafíos del mundo actual. La Pascua como refugio para el corazón inquieto’.

Para el Pontífice, “Jesús crucificado y resucitado nos hace una promesa: el corazón que lo busca no quedará desilusionado. Su Palabra nos ayuda a entender que en medio de los compromisos de cada día, con alto riesgo de dispersión, desesperación o de falta sentido, estamos invitados a volver a lo esencial de nuestra existencia”.

León XIV, durante la audiencia general

León XIV, durante la audiencia general

“No somos máquinas, sino hombres y mujeres con un corazón”

Según sus palabras, “el Señor nos recuerda que no somos máquinas sino hombres y mujeres con un corazón, que es la síntesis de nuestros pensamientos, sentimientos y afectos. Es el centro de nuestra persona: ‘Allí donde esté tu tesoro, estará también tu corazón’, nos dice el Evangelio”.

De este modo, “la vida del Resucitado guía el corazón inquieto a la fuente del gozo que no termina ni decepciona: el Dios amor. A Él se llega amando al hermano de carne y hueso, en cuyo rostro encontramos a Cristo mismo”, ha agregado.

En su saludo a los peregrinos de lengua española, ha instado a pedir al Señor que “nos enseñe a decir con san Agustín: ‘Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti’, y con ese deseo entremos en el dinamismo del amor para el que fuimos creados, caminando hacia Cristo, la esperanza que no defrauda”. Y ha concluido recordando que “los cristianos están llamados a abrir sus corazones al amor a Dios y al prójimo, para que se llenen de verdadera paz y alegría”. 

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