Mientras Pedro Sánchez le pide a Luis Argüello que se presente a unas elecciones y anuncia en su balance del año actuaciones ante los abusos producidos en ambientes eclesiásticos, el PP se apunta al ideario católico. Lo ha hecho en la Cena de Navidad del partido en Madrid su líder, Alberto Núñez Feijóo, que ha concluido su intervención con una reivindicación del elemento religioso de estas fiestas.
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Tiempo de lo humilde
“Si uno es católico, ¿por qué tiene que pedir perdón por serlo?”, se preguntaba Feijóo al final de su discurso. Una cuestión por la que fue aplaudido. Y prosiguió: “A mí la Navidad me recuerda a algo valioso y lo más valioso en la vida es que lo humilde, lo pequeño, se haga grande. Que aquellos que menos tienen, puedan algún día prosperar, que el esfuerzo sea el único ascensor social que valga la pena preservar, que la igualdad en el momento que naces para ser educado, para ser atendida tu madre en el paritorio y tú hasta el último instante en un hospital sea igual para todos”, reivindicó a la vez que recogía sus folios.
“Fijaos como acabarán los que practican la soberbia y, yo os digo, los soberbios acabarán, su tiempo se agotará y su depravación les agotará”, apuntó a continuación. Y es que el líder del PP mostró su convicción de que “vienen buenos tiempos y nuevos tiempos para la gente honesta, para la gente trabajadora, para quien quiere un empleo, para quien quiere familia para quien quiere vivienda y para quien quiere estabilidad”.
Unos “buenos tiempos”, precisó, para los “que quieren que el gobierno no les robe”. A lo que acto seguido, añadió: “Y por eso no os voy a decir felices fiestas. Os voy a decir ¡Feliz Navidad!”.
Alberto Núñez Feijóo
