“Sigamos anunciando el Evangelio en esta hora, un anuncio contracorriente”. Con estas palabras, el arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, cerraba el acto de presentación de la Memoria de Actividades de la Iglesia 2024 que se celebró esta tarde en el auditorio de la Fundación Pablo VI.
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A lo largo del evento, en el que participó por primera vez el nuncio Piero Pioppo, se repasaron algunos de los datos más relevantes que radiografían la realidad eclesial de nuestro país, como los 1.428 millones de euros que la Iglesia revierte en la sociedad o los 146.370 bautizos que se celebraron el año pasado. Pero también se pusieron nombre y rostro a la entrega de quienes son los protagonistas de este informe anual: Tomasa, Manola, Loli, Encarna… Entre ellos, religiosos y laicos que luchan contra la trata, voluntarios de la Dana de Valencia, parroquianas que lucharon contra los incendios de este verano, catequistas de escucha tras la crisis del volcán de la Palma…
Entre bautizos y bodas
“Nos gustaría que hubiera más contemporáneos nuestros que se incorporaran a la Iglesia bautizándose, más alianzas selladas por el sacramento del matrimonio, que estos matrimonios estuvieran abiertas a la vida en un invierno demográfico”, aladiría después el presidente de los obispos.
“Seamos católicos en la mirada y pongamos en relación unos asuntos y otros”, sentenció, subrayando cuestiones como las migraciones o las desigualdades económicas.
“En la Memoria pedimos perdón, porque no lo hacemos todo bien, incluso en estas actividades donde podemos sentirnos orgullosos, también hay zonas oscuras, conflictos, omisiones y vanagloria”, comentó en un particular ‘mea culpa’.
Además de Argüello, al comienzo de acto tomó la palabra el secretario general de la Conferencia Episcopal, César García Magán. Con el libro de la Memoria en sus brazos, explicó que “no está aquí todo lo que la Iglesia hace, pero sí es una maqueta de lo que vivimos y anunciado, una fe celebrada y anunciada”. “Lo importante es que los datos y cifras son millares y millares de personas que somos testigos del Reino de Dios”, reivindicó.
A la par, recordó que “la esperanza es el hilo conductor de esta Memoria y de lo que queremos transmitir”. En este sentido, apuntó que este trabajo responde al “compromiso de transparencia y verdad ante la sociedad y de agradecimiento a cuantos formamos la Iglesia”.