José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

Polarizadores pre Francisco


Compartir

MIÉRCOLES

Almuerzo de presentación del Congreso Católicos y Vida Pública. Sobre la mesa, el que será el ponente estrella: Kevin Roberts. Presidente de la Fundación Heritage. Hay quien le presenta como el ideólogo de Trump. “Debe tener como dos o tres millones de inspiradores, él es uno más”, resta importancia José Masip, codirector del foro de la Asociación Católica de Propagandistas junto a María San Gil. Y apostilla: “Su fundación es muy importante, porque marca unos principios que están volviendo a renacer en la sociedad norteamericana. Y Trump no es tonto, porque es el ‘think tank’ más importante de Estados Unidos”. San Gil respalda la apuesta: “No nos tiene que preocupar que nos tachen de nada, porque Heritage es la realidad más importante del pensamiento conservador y nos sentimos identificados con lo que dicen y hacen”.



Por la tarde, me conecto al coloquio de la Unión Católica de Informadores y Periodistas de España. Sobrevuela el debate de la polarización. Hay quien plantea en las sacristías que Francisco polarizó al personal. Sin embargo, tal y como vienen barruntando los ataques crecientes a León XIV, tiene pinta de que los polarizadores ya estaban antes de Bergoglio y de Prevost, pero parecían adormecidos o, al menos, moviéndose como el Guadiana.

Papa Francisco

JUEVES

Jardines de Cecilio Rodríguez. Premio del Club Internacional de Prensa a la trayectoria profesional a Antonio Pelayo. “Esto no significa que la trayectoria haya terminado”, bromea entre los aplausos del auditorio. Junto a él, en el escenario, Alba García Falagan, bronce en los Juegos Paralímpicos de París 2024 en la prueba de salto de longitud. Y una reflexión que descoloca: “O se nos presenta como ‘pobrecitos’ o como ‘héroes’, cuando solo somos personas que hacemos lo que podemos con lo que tenemos, tenemos historias normales”.

DOMINGO

Estoy hecho un lío. Ayer, en la misa de Todos los Santos, el sacerdote en la homilía nos llamaba a rezar por nuestros familiares difuntos dejando caer que no hay garantías de que estén en el cielo, sino deambulando por no sé sabe dónde. Ahora, el cura al que escucho da por hecho en la misa del Día de Difuntos que aquellos a quien queremos nos esperan ya junto al Padre. ¿A quién me creo? Menos mal que me he leído de principio a fin el libro de Cercas.

LUNES

Ellas lo tienen claro. Si les cierran el chiringuito, hacen las maletas y refundan en otro país.