Los preconciliares juegan al despiste

MIÉRCOLES

Presunción de inocencia. Solo eso.

JUEVES

PPC cumple 70 años. Volver a Salamanca es volver a la esencia. Allí donde un grupo de curas y laicos sabía contagiar lo que estaba por llegar. Ese Concilio Vaticano II que se intuía. O que, al menos ellos, supieron leer antes de que estuviera escrito, lo escribieron cuando pocos se atrevían. Se pusieron manos a la obra: folletos, libros, revistas… Fueron capaces de salirse de la vía convencional, dejar de ‘ir de carril’, para abrir otros caminos. Supieron publicar, pensar y creer.

SÁBADO

Procesión preconciliar en la basílica de San Pedro. Intentando hacer ver que ahora se permite lo que hace un año no. Cuando todos los días se celebra la misa tridentina en ese mismo templo. Cuando hace doce meses también se presidió una eucaristía tridentina. Pero hay quien ahora lo lanza como algo inédito. Una vez más, jugando al despiste. Alguien entona la lectura del libro del Eclesiástico. La que toca. “El Señor es juez, y para Él no cuenta el prestigio de las personas. Para Él, no hay acepción de personas en perjuicio del pobre, sino que escucha la oración del oprimido. No desdeña la súplica del huérfano, ni a la viuda cuando se desahoga en su lamento”. En el evangelio, el fariseo y el publicano. No hace falta más. Lo oyen todos los que se encuentran en el altar de la cátedra y alrededores. Jugando al despiste.

El cardenal Leo Raymond Burke preside la misa tridentina en la basílica de San Pedro. Foto: Daniel Ibáñez/EWTN

DOMINGO

“¿Qué es un publicano? ¿Es una palabra muy difícil?”, pregunta un niño desde el primer banco. El sacerdote sale como puede. Y sale bien: “Es lo más parecido a un recaudador de impuestos hoy o, mejor aún, a esa gente que maneja demasiado dinero de manera peligrosa”. El chaval que se prepara para la primera comunión no parece quedarse muy satisfecho con la explicación. No sé yo si el resto del aforo sabe realmente qué es un publicano o estamos todos en la misma liga. ¿Un Duolingo para traducir en cristiano de a pie?

LUNES

Dani Alves, predicador pentecostal. Y telepredicador digital. Algo más que una anécdota de una celebrity. No por aquel que toma el micro, sino por quienes llenan la sala, esté o no el lateral derecho. Se multiplican. Con la teología de la prosperidad pululando. Con la emotividad a flor de piel fluyendo. Los bancos vacíos de uno son las sillas y los cepillos llenos de otros.