El dominico José Merino Andrés y la monja cisterciense María Evangelista Quintero Malfaz, más cerca de la santidad

El Papa ha firmado el decreto que hace venerables a los españoles

León XIV en la audiencia general

El papa León XIV aprobó los decretos que reconocen las virtudes heroicas, el primer paso para continuar con el proceso de beatificación de los españoles: el dominico José Merino Andrés (1905-1968) y la religiosa María Evangelista Quintero Malfaz (1591-1648), informó este viernes el Vaticano.



Tal como recoge EFE, León XIV firmó este miércoles los decretos relativos a los dos españoles y otros de procesos de beatificación que le presentó este viernes el prefecto del dicasterio para la Causa de los Santos, Marcello Semeraro.

¿Quiénes son los nuevos venerables?

María Evangelista fue una escritora mística monástica del siglo XVII de la Orden Benedictina-Cisterciense que nació en Cigales (Valladolid) en 1591 y falleció en Casarrubios del Monte (Toledo) en 1648, donde fundo el monasterio de la Santa Cruz.

Sus restos mortales se conservan en la iglesia del Monasterio y su fama de santidad no ha cesado nunca durante estos siglos y “los fieles siguen encomendándose a su intercesión y protección, obteniendo gracias y favores”, según se lee en la página web del monasterio.

Por su parte, fray José Merino Andrés nació en Madrid el 23 de abril de 1905 y a los 28 años ingresó en la Orden de los Predicadores. En 1948 fue enviado como misionero a México y regresó dos años después, cuando se le nombró Maestro de los Novicios en el Convento de los Dominicos de Palencia, donde falleció el 6 de diciembre de 1968.

José Merino Andrés y María Evangelista Quintero Malfaz, nuevos venerables

José Merino Andrés y María Evangelista Quintero Malfaz, nuevos venerables

Con motivo de su proceso de beatificación, sus restos se trasladaron a la capilla de Santo Domingo en la iglesia de San Pablo de Palencia.

Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión o la declaración del martirio y para que sea canonizado o hecho santo se precisa un segundo milagro obrado por intercesión, después de ser proclamado beato o ser un caso de santidad popular declarada.

Noticias relacionadas