Del 21 al 24 de octubre de 2025, Roma será la sede del V Encuentro Mundial de los Movimientos Populares (EMMP), una cumbre internacional que reunirá a delegaciones de los cinco continentes para reflexionar y actuar sobre los grandes temas de la Tierra, el Techo y el Trabajo, definidos por el papa Francisco como los “derechos sagrados” de la dignidad humana. El encuentro se presentó el pasado 15 de octubre en una rueda de prensa en la que participó el cardenal Michael Czerny, prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral.
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El momento central del evento será la audiencia privada con el papa León XIV, prevista para el jueves 23 de octubre, a las 16:00 horas, en el Aula Pablo VI del Vaticano. Será el primer encuentro oficial del Pontífice con las delegaciones de los Movimientos Populares, procedentes de distintas partes del mundo, “en continuidad con el pontífice anterior”.
El Encuentro Mundial de Movimientos Populares nació en 2014, como respuesta al llamado del papa Francisco a “crear espacios de fraternidad entre organizaciones y movimientos de todo el mundo, para que los pobres y los pueblos organizados no se resignen, sino que sean protagonistas del cambio”. Desde entonces, el EMMP fomenta la cultura del encuentro para que los Movimientos Populares luchen por la dignidad humana, la naturaleza y la justicia social, “sin soberbia, pero con valentía; sin violencia, pero con tenacidad”. En este proceso, cuenta con el acompañamiento del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
“Organicemos la alianza mundial”
La comunidad de Spin Time, anfitriona del encuentro, ha hecho público un mensaje que marca el espíritu y el horizonte político y espiritual del evento. Bajo el título “Organicemos la alianza mundial”, el texto propone “construir una nueva alianza global entre los pueblos, como respuesta al avance del autoritarismo, la desigualdad y la guerra”. “De las ruinas del capitalismo surge nuestra arca: popular, rebelde, solidaria”, proclama el manifiesto, que convoca a luchar por “la tierra, el trabajo, los techos, la libertad de emigrar y de quedarse”.
Inspirándose en las palabras de Gramsci —“el viejo mundo agoniza, el nuevo tarda en aparecer”—, la comunidad romana describe una época “del apocalipsis”, donde “prolifera un modo de vida destructivo basado en el miedo al otro”. El texto denuncia que “el capitalismo ha creado profundas heridas de desigualdad y devastación ecológica” y que “los nuevos oligarcas digitales amasan poder y dinero sin límites, mientras el mundo asiste a genocidios gracias a la tecnología que ellos proporcionan”.
Frente a ese panorama, la comunidad sostiene que no depende de las élites decidir el destino del mundo, sino de “quienes llevan las cicatrices de este mundo en la piel”. Y lanza un desafío: “Derrotar la ‘religión’ de la guerra global permanente y el rearme es posible. Pero se necesitan nuevas alianzas para afrontar este reto”.
Spin Time se presenta como una casa abierta a los movimientos de las tres T —Tierra, Techo y Trabajo—, centrada en la libertad de movimiento de los pueblos y en las nuevas formas de autogobierno desde abajo. El manifiesto imagina este encuentro como “una travesía colectiva hacia otro mundo posible”, y a Spin Time como “un arca que ofrecemos como medio para navegar juntos en el mar de la indiferencia, la opresión y la guerra”. En el corazón del encuentro, la imagen del arca se convierte en símbolo de esperanza y refugio para los descartados, una metáfora del deseo de construir una comunidad global capaz de resistir a la exclusión y la violencia.
Un mensaje al Papa y al mundo
El manifiesto adelanta que el encuentro culminará con la entrega de un mensaje al papa León XIV y al mundo, expresión de “una alianza que une espiritualidad y acción popular”. “Luego el barco seguirá navegando, hasta los confines del mundo, para salvar a nuestras hermanas y hermanos que emigran abandonados por los gobiernos, para tender la mano a quienes se ven obligados a luchar por un hogar o un trozo de pan”, concluye el texto.
En tiempos de guerra, crisis climática y desigualdad, el V Encuentro Mundial de los Movimientos Populares se presenta como un laboratorio global de solidaridad, donde los pueblos organizados se reconocen como protagonistas de su propia historia. Un recordatorio de que, como señaló el papa Francisco al inaugurar este proceso hace más de una década, “la verdadera esperanza siempre brota desde abajo”.

