Los obispos venezolanos han abogado por los presos políticos antes de la canonización de sus dos primeros santos: José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, pautada para este 19 de octubre.
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En un comunicado, han pedido a las autoridades del Estado – en poder chavista – “dicten medidas de gracia que permitan recobrar la libertad a los encarcelados por razones políticas”, porque “favorecería la tranquilidad y armonía no sólo de las familias y allegados de esas personas, sino de la sociedad entera”.
Cuando el país se prepara para este importante evento, Venezuela y Estados Unidos se encuentran en medio de duras tensiones diplomáticas, luego de que el gobierno de Donald Trump acusara a Nicolás Maduro de narcotráfico.
Por su parte, el gobierno chavista ha llamado a las milicias bolivarianas, colectivos y militares afines para ir a lo que ha denominado “la lucha armada” ante una posible agresión.
Frente a ese escenario los obispos piden bajar la temperatura, porque “los discursos y las acciones belicistas ensombrecen el sentido profundo de la canonización”. Además rechazan cualquier intento de apropiación de la figura de los santos para “promover intereses particulares y partidistas”.
Predicar con el ejemplo
Los prelados han invitado a todos los venezolanos a practicar el ejemplo del doctor Hernández y la madre Rendiles, quienes “son artesanos de la paz y la esperanza”.
“Su canonización debe llevarnos a trabajar decididamente para que esa paz se haga presente
en el corazón de todos”, apuntaron.
Invitaron a conocer a fondo “la vida y virtudes de estos compatriotas” que la Iglesia canoniza, porque siempre hay que ver en la vida de los santos dos elementos fundamentales: “su amor a Jesucristo y una determinación muy grande de vivir con decisión la vocación a la que Dios nos ha llamado en este mundo”.
Es hora de revisar actitudes para poner en práctica las virtudes de los nuevos santos venezolanos y “considerar cómo podemos también nosotros hacer que en las circunstancias cotidianas en las que nos desenvolvemos nos lleven a un mayor servicio a Dios y a los demás”.
Trayectorias definidas
La canonización debe convertirse en un motivo para homenajear la trayectoria de Hernández y Rendiles, no solo con palabras sino con hechos. Por ello, invitaron a las autoridades a ver en el legado humanitario del Médico de los pobres la oportunidad para mejorar el sistema de salud pública.
También revisar la trayectoria de la hermana Rendiles desde su “vocación docente” para que “se garantice a nuestros niños y jóvenes una educación de calidad y a los docentes una retribución justa por su trabajo”.
Advirtieron sobre las prácticas supersticiones en torno a los dos santos venezolanos, que “deforma la recta veneración que se debe a los bienaventurados”. Cerrar filas con la paz, es el deseo de la Iglesia venezolana.