“Que sean los jueces los que tienen que dictaminen si han sobrepasado o no los límites que se establece en libertad de expresión como cualquier otro ciudadano”. Esta es la cautela con la que se expresó esta mañana César García Magán en relación al juicio contra dos sacerdotes y el director de un medio digital por un presunto delito de incitación al odio al publicar artículos de opinión “dirigidos a sembrar un sentimiento de animadversión, discriminación y hostilidad frente al colectivo inmigrante”.
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La Fiscalía de Málaga ha solicitado tres años de prisión para los curas y cuatro para el responsable del medio de comunicación tras la vista oral celebrada esta semana. Custodio Ballester y Jesús Calvo fueron denunciados por la Asociación de Musulmanes contra la Islamofobia.
La plaza pública
En la rueda de prensa posterior a la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, el secretario general de los obispos, apuntó que de que “en la Conferencia Episcopal no podemos hablar de todos los temas que surgen en la plaza pública porque la responsabilidad directa corresponde a una archidiócesis”. “Este sacerdote tiene un superior que es el arzobispo de Barcelona y la no Conferencia Episcopal es una superestructura de una diócesis, no somos los jefes ni los superiores de un obispo”, comentó el portavoz, desmarcándose del asunto.
De la misma manera, aclaró que “la libertad de expresión es un derecho fundamental para todos”. “Uno porque sea sacerdote y obispo no tiene privilegios, tiene que ejercer ese derecho como corresponde, dentro de la ley”, apuntó. Con estas palabras, García Magán parecía marcar distancias con el proceso judicial. Esta misma actitud es la que ha adoptado el Arzobispado de Barcelona, que también ha preferido optar por la prudencia en relación a este caso.
Diálogo con el islam
Lo cierto es que la vista oral celebrada en estos días se ha convertido en una bandera de las plataformas vinculadas al movimiento HazteOir, como el Observatorio para la Libertad Religiosa.
Durante la vista oral, el sacerdote Custodio Ballester, uno de los acusados, fue interrogado por sus manifestaciones en la web ‘Alerta Digital’ y en uno de los programas por streaming en el que se iba a tratar de inicio el yihadismo, pero en los que el acusado alude, según las acusaciones, a los musulmanes en general como “mancha depredadora”, “termitas” o que es “imposible un diálogo con el islam”. El procesado matizó cada una de sus palabras en la sala.