La Diócesis de Tapachula (ubicada muy cerca de la frontera sur de México), inició el 28 de septiembre su ‘Semana del migrante y del refugiado’ con una procesión encabezada por su obispo Luis Manuel López Alfaro, y en la cual participaron además de su comunidad, hombres y mujeres migrantes que permanecen varados en esa ciudad, ante la imposibilidad de continuar su camino hacia Estados Unidos.
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En la misa de ese día, presidida por el obispo López, este reflexionó en su homilía en torno a los migrantes, sobre quienes dijo, salen de sus países a buscar mejores salarios y “más posibilidades para salir adelante”.
En ese sentido, comentó que para los migrantes, su paso por México es “como el infierno” y “con el crimen organizado se puso peor y con Donald Trump, peor de lo peor”.
No ser indiferentes con los migrantes
Por lo anterior, recordó a su diócesis que Tapachula “se ha distinguido por ser una Iglesia solidaria, no dejemos de dar la mano a quien lo necesita; es verdad que dicen ‘es que es gente mala’, pues donde quiera hay gente mala, pero no todos son malos, la mayoría va buscando cómo sacar a su familia… ojalá que tengamos ese corazón para no ser indiferentes”.
Como parte de las actividades organizadas por la diócesis para la ‘Semana del migrante y del refugiado’ se efectuará el taller sobre la carta pastoral ‘Lo vio, se acercó y lo curó’, a impartirse en tres días distintos en parroquias, además de una catequesis pastoral sobre migrantes y una hora santa por los migrantes.
De acuerdo con medios locales, muchos de los cientos de migrantes que se encuentran en esa ciudad tienen previsto salir en caravana el 1 de octubre, rumbo a la Ciudad de México.