Abilio Martínez llega a Ciudad Real para “trabajar para fomentar la comunión”

  • La catedral de la diócesis castellanomanchega ha acogido la toma de posesión del nuevo pastor
  • “No podemos conformarnos con construir una Iglesia solo hacia dentro”, reclamó en su primera homilía

Abilio Martínez llega a Ciudad Real para “trabajar para fomentar la comunión”

Abilio Martínez Varea ya es obispo de la Diócesis de Ciudad Real –y, por lo tanto, prior de las órdenes militares de Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa, siguiendo la tradición– con todas las letras. Así, este 27 de septiembre el prelado ha tomado posesión de su catedra en la Basílica Catedral de Santa María del Prado de Ciudad Real tras ser recibido en el templo por el arzobispo de Toledo, Francisco Cerro –de quien el nuevo pastor ha recibido el báculo–, y al administrador apostólico hasta ahora, el obispo emérito Gerardo Melgar, que se despide tras presidir una eucaristía especial el pasado 23 de septiembre y publicar algunos decretos esta semana.



La celebración ha contado con la presencia de numerosos fieles y autoridades como el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, así como de 23 obispos y 154 presbíteros concelebrantes –un buen grupo procedente de las diócesis de Osma-Soria de la que procede el obispo y de la de Calahorra y La Calzada-Logroño, la natal de Martínez Varea–, según ha informado la diócesis. El consejero primero y jefe de negocios de la Nunciatura Apostólica en España, Roman Walczak, ha sido el encargado de transmitir al nuevo prelado el mensaje del papa León XIV, en espera de que inicie su labor el nuevo nuncio apostólico en España, Piero Pioppo.

Un Iglesia en salida

En su homilía agradeció la encomienda que le ha hecho León XIV “para pastorear esta porción de iglesia que peregrina en la diócesis de Ciudad Real” tras el pontificado de Gerardo Melgar. “No podemos conformarnos con construir una Iglesia solo hacia dentro”, clamó el nuevo obispo en una intervención con continuas referencias al magisterio del papa Francisco, que se ha presentado “con el corazón dispuesto al servicio y a la comunión” y para “trabajar para fomentar la comunión entre todos los bautizados”, según recoge Efe.

“Ciudad Real, como tantas otras diócesis, vive grandes desafíos: la descristianización, el envejecimiento de nuestras comunidades y la pérdida de sentido trascendente”, describió en su intervención, en la que apostó porque “haya una Iglesia viva en la que cada parroquia, cada familia, cada comunidad religiosa, cada joven, cada sacerdote, está llamado a ser un testigo del Evangelio”. Y es que, añadió, “la misión no es tarea solo de unos pocos, es el corazón de nuestra identidad cristiana”. Finalmente pidió a la Virgen del Prado que “nos cuide y haga de esta Iglesia diocesana una comunidad viva, fraterna y misionera”.

Abilio Martinez

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