Editorial

De la catequesis a la comunidad viva

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En estos días, parroquias y colegios católicos renuevan su llamada para que las familias apunten a sus hijos a la catequesis con la vista puesta en la primera comunión. En estos últimos años, son muchas y muy interesantes las propuestas lanzadas por las diócesis para que el itinerario de iniciación cristiana deje atrás la fórmula de la clase magistral. Este empeño se visibiliza en procesos creativos de calidad, en los que el niño descubre a Jesús de Nazaret como su mejor amigo y, además, lo hace acompañado de sus padres, como cómplices en la transmisión de la fe.



Primeras comuniones

A pesar de este loable esfuerzo, la desconexión con la sociedad va a más. Tal y como recoge Vida Nueva, en la última década, las primeras comuniones se han reducido cerca de un 35%. Cabe preguntarse si, más allá de unos materiales e itinerarios de calidad que se están ofreciendo, existen comunidades vivas que acojan, animen y alienten para que las familias de los barrios y los pueblos donde están insertas las parroquias sientan que estas y los colegios son también casa de puertas abiertas en la que compartir fe y vida, no solo lugar de paso para una formación.