Karol G responde a la ortodoxia

JUEVES

Del directorio ‘Apostolorum successores’: “El Obispo emérito tendrá especial cuidado de no interferir, ni directa ni indirectamente, en la guía de la diócesis”. Más adelante, añade: “El Obispo emérito tiene el derecho de recibir el sostenimiento de la diócesis en la que ha prestado el servicio episcopal”. La ejemplaridad, austeridad y actitud de servicio con la que afrontan su jubilación la inmensa mayoría es de aplaudir. Pero las excepciones hacen crujir las cuentas diocesanas y carcomen el báculo de los herederos. Como dice José Luis, ser anciano no es siempre sinónimo de venerable.

SÁBADO

La catedral de Málaga impone. El gregoriano de la Missa de Angelis de José María Álvarez con el órgano en manos de Antonio del Pino se cuela hasta el último recoveco del templo. Pero la guitarra del delegado de Pastoral Gitana de Granada, la voz de su esposa y el arte con el cajón de su hija empapan de una solemnidad familiar el aterrizaje del nuevo obispo.

LUNES

Camino. Y escuchó de fondo ‘Vivo por ella’. No es Marta Sánchez. Tampoco Soraya. Es La Bichota. Sale del móvil de una mujer que está sentada en un banco trasteando con el dispositivo. Si alguien se debatía entre la ortodoxia del concierto Fratelli tutti y Karol G o la pertinencia de los drones sobrevolando el cielo vaticano, ahí está alguna pista para responderse. O volverse a preguntar.

MARTES

Club Siglo XXI. Pregunta lanzada al aire: ¿Qué piensa de la retirada de Eurovisión? El secretario general recoge el guante. “Hay cuestiones en la vida que son opinables. Son cuestiones técnicas”, apunta en un primer momento. Pero, justo después, se lanza. “Total, siempre quedamos casi los últimos…”, comenta García Magán, que demuestra su manejo del añejo certamen, recordando que España solo ha ganado en dos ocasiones: con Massiel y Salomé. Dicho esto, su rostro y su tono cambian y se adentra en Gaza. La cosa no está para bromas. Y lo sabe.

MIÉRCOLES

Fundación Pablo VI. Jesús Avezuela presenta a Salvador Illa. Y echa mano de un amigo de ambos para describirlo. “Le he preguntado al cardenal Omella y me ha autorizado para decir que es un buen católico, reza a diario y viene a misa”. Justo después, un pellizco de buen humor directo desde Barcelona. “Pero menos de lo que me gustaría”. El auditorio corresponde con risas y aplausos.