“Cavar en la tierra, romper la corteza dura del mundo y ver qué hay debajo”. Con esta imagen sencilla, tomada de la parábola del tesoro escondido (Mt 13,44), el papa León XIV centró su catequesis de la Audiencia Jubilar celebrada esta mañana en la Plaza de San Pedro.
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Ante miles de peregrinos, congregados hoy en Roma para alcanzar el Jubileo, el Pontífice reflexionó sobre el tema ‘Esperar es cavar’, evocando la fascinación infantil por jugar con la tierra. “Lo que Jesús describe en la parábola del tesoro en el campo ya no es un juego de niños”, ha advertido, “sino la alegría de la sorpresa es la misma”. “Y el Señor nos dice: así se encuentra el Reino de Dios. La esperanza se reaviva cuando rompemos la superficie y vamos más allá de lo aparente”.
El Papa recordó cómo los primeros discípulos, una vez libres de vivir públicamente como cristianos, comenzaron a buscar los lugares de la pasión, muerte y resurrección de Jesús. En esa tarea destacó la figura de Flavia Julia Elena, madre del emperador Constantino, a quien definió como “una mujer que busca, una mujer que cava”.
León XIV en la Plaza de San Pedro
Según León XIV, el gran hallazgo de la emperatriz fue “el tesoro escondido por el que vale la pena venderlo todo: la Santa Cruz. La cruz de Jesús es el descubrimiento más grande de la vida, el valor que transforma todos los valores”.
El tesoro más grande
“La dignidad y la fidelidad a la conciencia cambian el mundo incluso hoy”, afirmó el Papa, invitando a los fieles a cultivar el corazón “como el agricultor cultiva la tierra, con esfuerzo”. “Cavando se encuentra; agachándose, uno se acerca más al Señor, que se despojó de sí mismo para hacerse como nosotros. Su cruz está bajo la corteza de nuestra tierra”.
León XIV advirtió que muchas veces caminamos distraídos, “pisando el tesoro que tenemos bajo nuestros pies”. Pero si nos hacemos como niños, concluyó, descubriremos otra fuerza: “Dios está siempre debajo de nosotros, para levantarnos en alto”.
