Riohacha, norte de Colombia, acoge la XV Cumbre del Foro Mundial de Migración, evento de Naciones Unidas, que reúne a organizaciones civiles, sector privado y gobiernos para analizar desafíos en esta materia.
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La Iglesia colombiana, a través de la Red eclesial Clamor, participa en calidad de representante de la sociedad civil, junto a 74 organizaciones.
Este año, el tema estará centrado en la campaña global de la sociedad civil: “Resistir, Recuperar, Realizar: Los derechos de las personas migrantes son derechos humanos”.
Arturo Arrieta, coordinador de Clamor en Colombia, explicó que previo a este foro internacional han participado en cuatro diálogos temáticos y reuniones preparatorias.
Así pues, llegaron con un pliego de propuestas a los Gobiernos de la región para promover “la cultura del encuentro”, pensamiento magisterial heredado de Francisco sobre el tema de migración y refugio.
Por políticas de acogida
Arrieta ha rechazado la “política de terror” implementada por algunos gobiernos del mundo contra migrantes y refugiados, porque “migrar no es un delito”.
“No podemos seguir aceptando la criminalización y exclusión de las personas migrantes”, sobre todo cuando se practican persecuciones “no solo se violan sus derechos, sino su dignidad”, sostuvo.
Por ello, ha pedido a los Gobiernos presentes a implementar políticas de acogida, superar narrativas xenofóbicas, “hacemos un llamado firme y urgente a la humanización de las migraciones”.
Se debe garantizar en primera instancia el derecho a no migrar y si ocurre lo contrario, entonces propiciar “condiciones de seguridad, libertad, dignidad y bienestar”.
“Instamos a armonizar la legislación nacional de cada uno de los países presentes, con los Principios y Derechos Fundamentales, garantizando que toda persona migrante, sin distinción alguna”, insistió.