“Apártate de mí, Señor, porque soy un pecador” (Lc 5,8). En este discurso de Pedro a Jesús se expresa nuestra pequeñez ante la grandeza del Señor, que siempre nos recibe con los brazos abiertos en espera de nuestra conversión espiritual.
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Los grandes maestros de vida espiritual como san Agustín, san Juan eudes o grandes maestros místicos como santa Teresita y san Juan de la Cruz, nos enseñan sobre el desierto espiritual o la noche oscura que debemos afrontar y superar momentos complejos o incluso puntos de quiebre, crisis o ¿Cuántas veces hemos querido renunciar a todo? ¿Cuántas veces queremos tomar una pausa en la vida para pensar y para crecer? Siempre tenemos la respuesta en los grandes maestros de vida espiritual de todos los tiempos.
La conversión en San Agustín
San Agustín, experimento la conversión intelectual, porque buscó a Dios en lo externo y no lo encontró, lo busco en el conocimiento y tampoco quedo satisfecho. Hasta que llego a la conversión espiritual: “¡Tarde te amé, hermosura tan antigua, y tan nueva! Y he aquí que tú estabas dentro de mí, y yo fuera, y fuera yo te buscaba y sobre esas hermosuras que tú creaste me arrojaba deforme… Y rompiste mi sordera; brilló tanto tu luz, fue tan grande tu resplandor, que ahuyentó mi ceguera… Me diste a gustar tu dulzura, y ha excitado en mi alma un hambre y sed muy viva. En fin, Señor, me tocaste y encendí en deseos de abrazarte” (San Agustín, las confesiones, libro X, capítulo XXVII, ed. Paulinas, 2019, P. 239).
En estas breves frases que son muy profundas, podemos observar que su vida está en un punto de quiebre, en un punto de crisis o en un momento donde solo Dios, fue el resplandor que todo lo llena, que toco sus sentidos y su corazón para encontrarse con el Dios verdadero, no por el conocimiento o por la literatura o de los grandes maestros de su tiempo, sino en el mismo Dios que estaba dentro de su ser.
Un gran santo y su legado espiritual
San Juan de la Cruz se ha inspirado en una profunda experiencia espiritual y se le ha asignado la fecha de 1578 como posible año de composición, lo cual significaría que el poeta lo habría escrito mientras estaba en prisión o quizás un poco después de salir. Lo que significaría que en momentos complejos y difíciles se da una de las más hermosas inspiraciones de todos los tiempos, tanto en el ámbito literario como de riqueza espiritual.
Noche oscura del alma
(San Juan De La Cruz. La noche oscura del alma, orar con San Juan De La Cruz, ed. San Pablo, 2015)
En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura,
por la secreta escala, disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
a donde me esperaba
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena,
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedé y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
Su poema narra el viaje del alma desde su casa corporal hasta su unión con Dios. El viaje ocurre durante la noche, que representa las dificultades que el alma afronta en viajar desde el mundo y llegar a la luz de la unión con el Creador.
Una primera conversión intelectual, el punto de quiebre humano
En psicología humana, el punto de quiebre es un momento de estrés en el que una persona se derrumba o una situación se vuelve crítica. Según Freud, el padre del psicoanálisis, el Tanathos nos lleva a destruirnos a nosotros mismos para convertirnos en lo que necesitamos ser para sobrevivir.
Y el Eros nos lleva a hacer esfuerzos sobre humanos para mejorar lo que somos y lo que hemos venimos siendo hasta este momento. Lo que provoca la liberación del tanathos y el eros es un punto de quiebre, un breaking bad como se le podría llamar.
Es una situación que nos cambia el modo de vida que solamente habíamos conocido hasta el momento. La situación más común que nos provoca un punto de quiebre, es estar en contacto con la muerte, ya sea de manera real o simbólica. Enfrentar la muerte nos cambia.
Un punto de quiebre es un momento en el que una persona se siente abrumada emocionalmente y no puede seguir adelante como antes. Es un nivel de estrés en el que la situación se vuelve tan crítica que la persona se derrumba: “Recordemos que es precisamente en los momentos en que las pasiones se disparan o en medio de una crisis cuando las tendencias más primitivas de los centros del cerebro límbico desempeñan un papel más preponderante.
En tales momentos, los hábitos que haya aprendido el cerebro emocional serán, para mejor o para peor, los que predominarán. Si nos damos cuenta de la forma en que la crueldad —o el amor— modela el funcionamiento mismo del cerebro, comprenderemos que la infancia constituye una ocasión que no debiéramos desaprovechar para impartir las lecciones emocionales fundamentales.
Los niños maltratados han tenido que recibir una lección constante y muy temprana de traumas. Tal vez debiéramos admitir ya que este tipo de traumas constituye un terrible aprendizaje emocional que deja una impronta muy profunda en el cerebro de los niños maltratados, y buscar la forma más adecuada de resolver este problema”. (Goleman, Daniel. (2011). La Inteligencia Emocional. Argentina: Ediciones B. 2011. P. 220).
La conversión espiritual en san Juan de la Cruz
Un autor místico, doctor y espiritual nos abre la posibilidad de pasar la noche oscura, el pecado, la crisis, el punto de quiebre, la situación que pensamos que no vamos a salir… pero la vida en sí es cíclica, nacemos, crecemos, vivimos, nos caemos, nos levantamos y seguimos adelante porque no podemos quedarnos en la noche oscura del alma. Debemos cerrar ciclos en la vida.
Hay unos cuantos pasos en esta noche, que se relacionan en sucesivas estrofas, lo interesante del poema es que nos ayuda a descubrir que en medio de la oscuridad de la vida podemos ver la luz. La idea principal del poema se puede ver como la experiencia dolorosa que la gente soporta cuando procura crecer en madurez espiritual y unión con Dios, es importante cerrar esos ciclos oscuros que no nos han permitido avanzar y soltar en la vida.
Por Wilson Javier Sossa López. Sacerdote eudista del Minuto de Dios
Foto: Corporación El Minuto de Dios
