El Secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, presidió la celebración de la eucaristía en el día de santa Mónica, este 27 de agosto, en la basílica de San Agustín en Campo Marzio de Roma. En declaraciones a los periodistas, recogidas por los medios vaticanos, el prelado apeló, tras el llamamiento del papa León XIV, a que se evite un “castigo colectivo” en Oriente Medio. Para ello, reclamó un alto el fuego y un “acceso seguro” a la ayuda humanitaria.
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Fin de la guerra
En sintonía con el pontífice y las declaraciones de los patriarcas de Tierra Santa, Parolin recordó el llamamiento del Papa reiterando la postura “de la Santa Sede sobre la situación en Gaza”, pidiendo “el fin de la guerra” y “contra el desplazamiento de la población de Gaza”, como pidieron los ordinarios latino y ortodoxo de Jerusalén.
Y es que el cardenal en consciente de que “hay muchas soluciones, soluciones que realmente pueden poner fin a esta situación”, pero el peso de intereses “políticos”, “económicos”, “de poder” y “hegemónicos” son los que impiden “una solución humana a esta tragedia”. Sobre la situación concreta de las parroquias de Gaza mostró respeto por la invitación a abandonarla que ha hecho el Patriarca Ortodoxo de Jerusalén, Teófilos III; y alabó a los demás diciendo que “la decisión de quedarse es valiente”.
El cardenal también confirmó que su departamento está “en contacto con la administración estadounidense, a través de la embajada” y se mantiene esperanzado de lo que pueda surgir de la visita del ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa’ar, a Washington. Para el purpurado, hasta ahora el gobierno israelí “ha demostrado no estar dispuesto a dar marcha atrás” sobre la evacuación forzosa de la población de Gaza. Ante ello, se manifestó con cierta esperanza al señalar: “Espero lo que el Papa ha solicitado, es decir, un alto el fuego, acceso seguro a la ayuda humanitaria, respeto al derecho internacional humanitario –esto es fundamental– y, de hecho, evitar el castigo colectivo”.