Redactor de Vida Nueva Digital y de la revista Vida Nueva

¿Hay que esconder los Diez Mandamientos?


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El caso

El pasado 25 de junio de 2025, un grupo de familias del aparentemente tradicional estado de Texas (EE.UU.) multiconfesionales y no religiosas presentó una demanda federal para impedir la entrada en vigor en septiembre, de cara al nuevo curso, de una nueva ley estatal que exige la exhibición en las aulas de los colegios de un cartel con los Diez Mandamientos. El juez federal Fred Biery bloqueó finalmente esta medida el miércoles de la semana pasada, el 20 de agosto. El trabajo judicial no ha sido arduo, ya que antes en los estados de Luisiana y Arkansas se había prohibido ya esta exhibición ya que se considera inconstitucional.



Si bien la de Biery es en principio una orden preliminar, sí que bloquea el hecho de que los carteles estén expuestos en las aulas al principio de este curso. La ley en la que se incluía la medida fue firmada en junio por Greg Abbott, gobernador de Texas y miembro del Partido Republicano. En ella, se manda la exhibición de los Diez Mandamientos, como mensaje recibido de Dios por Moisés, según la Biblia, en todas las aulas de las escuelas públicas a partir del 1 de septiembre.

Las familias de alumnos que impugnaron la medida han invocado la separación entre las instituciones estatales y los grupos religiosos, pero también del derecho a la libertad de culto. Para el juez, según recoge La Croix, esta ley “toma partido de manera inadmisible en cuestiones teológicas y favorece oficialmente a las confesiones cristianas en detrimento de las demás”, algo que, según su criterio profesional, supone una violación de la primera enmienda de la Constitución estadounidense.

La sentencia preliminar está formada por 55 páginas en las que el juez federal señala cuestiones como que un cartel así “puede enviar un mensaje de exclusión y opresión espiritual” a quienes proceden de otras tradiciones religiosas ajenas al Pentateuco. Dice el magistrado que esos niños podrían percibirse como “extranjeros que no pertenecen a su propia comunidad escolar”. Haciendo ejercicio de profecía señala que “aunque los Diez Mandamientos no se enseñaran de forma afirmativa, el público cautivo de los alumnos probablemente tendría preguntas que los profesores se sentirían obligados a responder” advirtiendo de una posible violación de la libertad religiosa por parte de los docentes.

Los Diez Mandamientos 1956

La polémica

Puede que en otros contextos la polémica resulte extraña –incluso tanto o más que la propia medida gubernamental–. Es curioso que mientras en El Salvador empiezan el curso con un catálogo de cortes de pelo permitidos para los alumnos, es Texas los problemas educativos parezcan reducirse gracias a golpe de Revelación. Pero lo cierto es que parece un debate recurrente en Estados Unidos.

En el análisis de la cuestión que ofrece Rémy Videau en La Croix, intervienen algunos expertos en el tema, buenos conocedores del contexto de medidas como esta. Así, Cécile Coquet-Mokoko, profesora de civilización estadounidense en la Universidad de Versalles-Saint-Quentin-en-Yvelines, cree que la anulación de esta ley también protege el derecho a no creer. Señala la docente que los fundadores “defendían ardientemente el derecho a no creer en Dios, y exhibir los Diez Mandamientos parece un ataque directo a este principio fundamental en la historia de Estados Unidos”. Además, añade, “también está la cuestión de la traducción de los Diez Mandamientos que se va a exhibir”. “¿Con qué derecho puede un Estado decidir que una versión concreta es más aceptable y adecuada que otra?”, cuestiona la experta .

Luisiana fue el primer estado en implantar la medida en junio de 2024. Allí la ley establecía que dicha exhibición debía ser “amplia y con una tipografía adecuada para que sea legible”. La medida estuvo en vigor hasta noviembre de 2024, cuando fue bloqueada por un juez. Siguió el año pasado, el 5 de agosto, una nueva ley en Arkansas, donde el juez que la bloqueó apuntaba que “el estado participa en una estrategia coordinada entre varias demarcaciones para introducir la doctrina religiosa cristiana en las aulas de las escuelas públicas”.

La jurisprudencia

Buceando en las decisiones judiciales, resulta que ya en 1980, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos invalidó una ley de Kentucky que imponía la exhibición de los Diez Mandamientos en las escuelas públicas. Esta medida sirve también de jurisprudencia para los jueces federales pero no frena a los legisladores. “Seguirán presionando hasta que el Tribunal Supremo vuelva a ocuparse del asunto”, opina Coquet-Mokoko. Y es que a través de un voto mayoritario de la gente pidiendo la medida el Supremo, con una composición distinta a la de 1980, podría revocar su propia decisión. De hecho, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, ya ha anunciado que apelará la decisión de anulación.

Los jueces dijeron entonces que la exhibición de los Diez Mandamientos suponía una promoción de una religión específica, sin ningún propósito histórico o educativo. A esto ahora responde los estados republicanos destacan el valor histórico del texto. –que lo tiene, en múltiples sentidos–. Por ejemplo, Mark Gidley, impulsor de la medida en Alabama dice que el Decálogo es “uno de los principales documentos fundacionales que guiaron las ideas que dieron origen a este gran país”. Con el inicio del curso así de intenso, ya ni se nos ocurre promover el cambio de los mandamientos por las Bienaventuranzas.

10 Mandamientos