Los obispos presidentes del Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE) y de la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC), entidades que reúnen a los prelados tanto católicos como de otras confesiones cristianas de países del Viejo Continente, se preparan para concienciar en torno a la celebración del Tiempo de la Creación 2025 a partir del 1 de septiembre.
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Declaración conjunta
El arzobispo Nikitas de Thyateira y Gran Bretaña, presidente de la CEC, y el arzobispo Gintaras Grušas, presidente de la CCEE han firmado un declaración reclamando la “Paz con la Creación”, centro del Tiempo de la Creación, que tendrá lugar del 1 de septiembre al 4 de octubre, fiesta de san Francisco de Asís. A partir de la visión del profeta Isaías del mundo como un “jardín de paz”, instan a las comunidades a adoptar una vida modesta, respetando los dones de la creación y rechazando la explotación de las personas y los recursos naturales.
“Buscar la paz con la creación no es un ideal abstracto, sino un compromiso diario”, es “una invitación a vivir de una manera que honre al dador de la vida”. Para los prelados, “nuestro mundo actual difícilmente puede considerarse un jardín de paz“. Un objetivo que proponen a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) de Belém, Brasil. Por ello esperan que los líderes sitúen las necesidades de los pobres y vulnerables en el centro de la acción climática y consideren la crisis climática como una oportunidad para reorientar las relaciones internacionales hacia el bien común, según recogen los medios vaticanos.
“La destrucción y la muerte humanas causadas por las guerras y el malestar social en diversos países y pueblos influyen en nuestra experiencia cotidiana. Sin embargo, al igual que el profeta Isaías, creemos firmemente que estamos llamados a buscar la paz con la creación y que cada uno de nosotros está llamado a honrar las características distintivas del «dador de la vida”, alertan los obispos. Por ello, proponen: “Creemos que la actual crisis climática representa una oportunidad para reconfigurar las relaciones internacionales en pos del bien común y para crear un estilo de vida más equitativo y sostenible para toda la humanidad. También esperamos que el impacto de las políticas de cambio climático en las personas pobres y vulnerables permanezca en la mente y el corazón de los líderes y expertos reunidos en la conferencia, considerando los desafíos sociales y ambientales interconectados de nuestro tiempo”.
