Tristeza en toda Colombia. La muerte del senador y precandidato presidencial, Miguel Uribe Turbay, deja un trago amargo en el país.
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Los obispos han expresado su solidaridad con la familia del joven político en la esperanza de que “Dios los reconforte” y les dé consuelo.
Toda vez que piden a las autoridades continuar los esfuerzos para esclarecer la verdad para que “este magnicidio no quede impune”.
Aún cuando el fantasma de la violencia política amenaza, los prelados han pedido a todos los colombianos “no dejarnos robar la esperanza y a reaccionar pacíficamente, defendiendo los principios y valores que nos constituyen como nación”.
Reconciliados y en paz
Los obispos colombianos han recordado la divisa del escudo de Colombia: “Libertad y orden” como un llamado para garantizar estos valores en todos sus ciudadanos.
Por un lado, libertad para “salvaguardar la vida en todas sus etapas y manifestaciones”, mientras que el orden para “valorar y custodiar lo sanamente construido, orden justo para favorecer la participación y armonía social”.
Reiteraron que la “violencia no es camino de vida ni de progreso, sino que engendra más violencia y muerte”. Es un desafío histórico impostergable.
Por eso, todos están llamados a construir condiciones sociales de dignidad, ambientes y relaciones de equidad, justicia, reconciliación y paz.
“Como Iglesia seguimos ofreciendo nuestro servicio pastoral en todos los rincones del territorio nacional para que el anhelo de un país reconciliado y en armonía se alcance con la contribución y los esfuerzos de todos”, acotaron.