El Papa al Congreso Panafricano de Teología y Pastoral: “La esperanza une nuestra fe con la vida eterna”

León XIV ha enviado un videomensaje a los participantes del Tercer Congreso Panafricano de Teología, Sociedad y Vida Pastoral, un encuentro que reúne en África a obispos, teólogos, líderes pastorales, jóvenes y laicos para reflexionar sobre el futuro de la Iglesia en el continente.

Basándose en el tema central del Año Jubilar, el Papa ha señalado que “la esperanza es una virtud que a veces recibe menos atención que la fe y la caridad —admitió el Papa—, pero tiene un papel vital en nuestro camino por la vida: es la que nos sostiene cuando los tiempos son duros y la que nos impulsa hacia la plenitud de la felicidad en el Cielo”. Según León XIV, la esperanza es el “puente” que conecta lo que creemos con la vida eterna que anhelamos.

Países del cuerno de África

“África necesita la luz de la Iglesia”

El Papa no evitó referirse a los desafíos que afronta el continente africano, desde las desigualdades sociales hasta los conflictos persistentes. Sin embargo, recalcó que la misión de la Iglesia es irradiar luz en medio de la oscuridad: “Está llamada a ser la ciudad en lo alto del monte y un faro de esperanza para los pueblos”.

Por eso, celebró que el lema del Congreso haya sido ‘Caminando juntos en la esperanza como Familia Iglesia de Dios en África’, una expresión que resalta tanto la dimensión comunitaria del Evangelio como el papel clave de las Iglesias locales en el desarrollo humano y espiritual de los pueblos. “El bautismo nos hace hijos e hijas de un mismo Padre. Por eso tenemos la responsabilidad de cuidarnos unos a otros como una familia que se apoya mutuamente, especialmente en tiempos de prueba”, recuerda el Papa.

Por último, León XIV subrayó también la necesaria coherencia entre la teología y la acción pastoral. “Tenemos que vivir lo que creemos. Cristo no vino solo a darnos vida, sino a dárnosla en abundancia”, afirmó. E instó a los participantes a trabajar juntos para desarrollar programas pastorales capaces de mostrar al mundo que la enseñanza de la Iglesia abre los corazones al amor y a la verdad de Dios.