La jueza y la Fiscalía del caso Belorado han ordenado sacar a las cinco religiosas mayores vinculadas a la comunidad del convento de Orduña, donde fueron trasladadas hace unos días por decisión de las ex monjas cismáticas que las tutelan. Una decisión que tiene lugar justo el día en el que se conocía la sentencia por la cuál se confirma el desahucio de las clarisas cismásticas. El motivo que ha llevado a las autoridades judiciales a adoptar esta medida de urgencia con las ancianas es que el monasterio de Orduña al que han sido enviadas a priori no reuniría las condiciones necesarias para atender con calidad a las ancianas.
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Para ello, esta mañana se ha desplegado un operativo coordinado por la Guardia Civil, con los vehículos adaptados correspondientes y acompañados de cinco monjas de la Federación de Clarisas de Nuestra Señora de Arantzazu para trasladarlas a otros monasterios y atenderlas de acuerdo a sus necesidades.
Estado de ansiedad
Sin embargo, ante el estado de ansiedad y nerviosismo de las monjas mayores, los agentes de la Benemérita han suspendido el procedimiento, han levantado la correspondiente acta judicial y han abandonado el lugar.
“Han querido llevárselas en contra de su voluntad. Se está cometiendo una injusticia y se está violando su derecho de querer quedarse con nosotras, se las quieren llevar incluso a la fuerza y quieren quedarse, las están secuestrando”, denunciaba sor Paloma, una de las monjas excomulgadas, que viajó desde Belorado a Orduña al enterarse del suceso, acompaña de otra de sus compañeras, sor Berit. “Lo que han hecho pasar a nuestras hermanas no tiene nombre, no han podido llevarse a nadie, ahora estamos esperando las consecuencias judiciales de no haber dejado llevárselas”, explicaba sor Paloma, que confesaba “estar temblando de ira y de indignación”.
Comisión judicial
Por su parte la ex abadesa de Belorado, sor Isabel de la Trinidad, desvelaba que el pasado miércoles la juez del caso se personó en el convento de Belorado “de una manera totalmente ilegal, sin ningún poder para entrar e interrogar a las cinco mayores”. “Les dijimos que no podían entrar, se fueron y hoy ha venido una comisión judicial a Belorado”, detalla la ex religiosa, que relata cómo la comitiva designada por la magistrada ha llevado a cabo un registro en el monasterio y, al confirmar que no estaban las ancianas, se han desplazado a Orduña para registrar e interrogar a las monjas “para ver si están lúcidas y conocer su voluntad de permanecer en el convento con nosotras”.
“Nuestros abogados nos han dicho que eso es completamente ilegal y que eso le corresponde a la Fiscalía de Burgos y a unos peritos, pero se lo han saltado todo, tenían prisa por llevárselos”, comenta sor Isabel de la Trinidad. A la par, sostiene que hoy por hoy las religiosas mayores “tienen libertad, entendimiento y pueden decidir por sí mismas”, mientras que otros testimonios de quienes han estado presentes en el operativo ponen en duda esta versión.