La ex líder de las HAM desafía a la Iglesia: celebró ayer en su convento la fiesta del fundador

María Milagrosa Pérez Caballero, conocida coloquialmente como Marimí, no parece dispuesta a cumplir con las tajantes medidas que le ha impuesto el Arzobispado de Madrid. El pasado lunes, el equipo del cardenal José Cobo la suspendió y expulsó como superiora general de las Hijas del Amor Misericordiosos (HAM) y le impuso lo más parecido en términos judiciales a una orden de alejamiento respecto a las mujeres que forman parte todavía de esta asociación pública de fieles, que aspiraba a convertirse en congregación religiosa.

Según ha confirmado ‘Vida Nueva’ a través de varias víctimas y de personas que pudieron comprobarlo en primera persona, la ex líder de esta plataforma investigada por supuestos abusos de poder y de conciencia, habría estado ayer en el monasterio de San José, una de las sedes de referencia del grupo, que se encuentra en la localidad madrileña de Los Molinos.

Honrar a Mansilla

¿El motivo de su presencia allí? Marimí acudió a celebrar con la comunidad la fiesta de su fundador. Y es que ayer se cumplían 21 años de la muerte del jesuita Antonio Mansilla Casas, al que se considera como iniciador del carisma de las Hijas del Amor Misericordioso. Sin embargo, este sacerdote nunca llegó a vivir la aparente primavera vocacional que hasta ahora vivían las HAM. El religioso falleció en 2004 y no fue hasta 2007 cuando el entonces cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, aprobó a esta entidad como asociación pública de fieles y comenzó a convertirse en referente de un nuevo modelo de consagración que hoy está en algo más que en entredicho.

Junto a la partición de la ex superiora general en esta celebración, las HAM también tendrían planeado otro tipo de acciones para intentar dar esquinazo a las medidas adoptadas por la Archidiócesis de Madrid y a la comisaria extraordinaria, Pilar Arroyo, que hoy por hoy tiene plena autoridad para dilucidar el futuro de la asociación.

Estrategia contra la comisaria

En el decreto emitido por el equipo de Cobo se prohíbe admitir nuevas vocaciones, así como se veta continuar los procesos formativos de postulantes y novicias de primer año. De esta manera, las jóvenes recién llegadas, tendrían que volver a sus familias. Eso significaría que, de alguna manera, se alejarían del sistema de control que ejercen desde el equipo central de las HAM. “Ya está buscando casas de laicos con tal de no volver con sus padres. La estrategia se centraría en crear pequeñas comunidades en esas casas, establecer un noviciado secreto para, más adelante, reagruparse cuando pase este primer año de intervención y burlar así las medidas de Cobo y de la comisaria”, exponen quienes conocen cómo se están moviendo en las HAM.

Las Hijas del Amor Misericordioso -HAM-

A esto se unen las primeras reacciones, tanto de la propia Marimí como de su entorno más cercano que sentencian que todas las denuncias y las medidas adoptadas por la Iglesia son “una campaña del demonio” que asumen como mártires que sufren como padeció Cristo en la cruz.