“To His Holiness Pope Leo”. “Per Sua Santità”. No importa si el remitente olvida añadir “Ciudad del Vaticano” o se equivoca en el código postal: los carteros italianos ya saben que ese sobre pertenece a un único destinatario. Y es que, según ha informado Poste Italiane en un comunicado recogido por Vatican News, el papa León XIV recibe una media de 100 kilos de cartas al día desde todas partes del mundo.
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Desde su elección como Sucesor de Pedro el pasado 8 de mayo, el aluvión epistolar no ha parado de crecer. “Se trata de un flujo constante desde el día de su elección”, asegura Antonello Chidichimo, responsable del centro de clasificación de Fiumicino. “Las cartas llegan desde todos los continentes, y hoy, por ejemplo, han llegado postales y notas desde Estados Unidos, Kosovo e India”.
Entregadas al Papa
El proceso es meticuloso. Primero, la correspondencia pasa por el Centro de Clasificación de Fiumicino, donde se somete a controles de seguridad y es registrada y pesada mediante un sistema informatizado. Después, los sobres son trasladados al Centro de Distribución más próximo al Vaticano, desde donde finalmente se entregan al destinatario: el Papa.