Vic celebró este fin desmana sus fiestas patronales sin patrón y sin acto litúrgico alguno. La decisión del obispo Romà Casanova de suspender los actos religiosos previstos después de que las comparsas rechazaran la participación del presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, llevó a cerrar tanto la casa natal de Sant Miquel dels Sants como la catedral el sábado por la mañana.
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Así pues, sin la presencia de autoridades religiosas, arrancó el llamado cortejo desde el lugar donde nació el santo, justo cuando se conmemoraban los 400 años de su muerte. Y lo hizo sin procesionar con la talla oficial del patrón, que permaneció en el interior de la casa. Como alternativa, un joven se disfrazó del santo y la comparsa del patrón improvisaron unas andas con una imagen de Sant Miguel que se conserva en el Ayuntamiento.
Gritos de independencia
En medio de este contexto, se pudieron escuchar gritos como “¡Fuera el obispo!”, “Queremos a Sant Miguel” o “¡Independencia!”. Los concejales de la CUP, que junto a los de ERC y En Comú Podem, agitaron las protestas en los días previos contra Argüello, portaban camisetas en las que se podía leer: “Ni obispos ni fachas”. En la plaza de la catedral se pudo escuchar además ‘Els Segadors’ y se desplegó una estelada gigante.
A esta situación se llegó después de que las comparsas de la localidad catalana exigieran al obispo que vetara la participación del arzobispo de Valladolid en la eucaristía del santo por haberse manifestado “en contra de los derechos y libertades fundamentales, que mantienen discursos que vulneran los Derechos Humanos, la dignidad de colectivos que forman parte esencial de nuestro tejido social y nuestra identidad nacional negando la autodeterminación de los Països Catalans”.
A través de un comunicado, la Diócesis catalana daba un paso atrás y exponía que modificaba sus planes “habiendo tenido conocimiento de la convocatoria y preparación de varias acciones contrarias y limitativas de la libertad religiosa en el marco de la celebración del oficio de san Miguel de los Santos”. En el argumentario, también añadía que las “actuaciones” previstas “podrían poner en peligro la seguridad de las personas y del patrimonio cultural”.