José Antonio González, conocido como Cinco Panes, es probablemente quien mejor interprete el magisterio social de la Iglesia en un lenguaje sencillo y, sobre todo, de forma muy visual. Este laico de la diócesis de Orihuela-Alicante se lanzó a la evangelización digital en 2015 y, desde entonces, ha colaborado con la HOAC, la Acción Católica, PPC Editorial o su propia diócesis en la elaboración de material animado. Además, es el autor del podcast semanal de ‘Vida Nueva’. Por ello, la Semana de Misionología de Burgos, celebrada del 1 al 4 de julio, ha contado con su voz para reflexionar sobre cómo ser misionero de esperanza en las redes sociales.
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PREGUNTA.- En un espacio tan polarizado como las redes, ¿cómo ser un misionero de esperanza?
RESPUESTA.- Quizás parezca una obviedad, pero sabiéndola identificar. Muchas veces se confunde la esperanza con una suerte de autocomplacencia que persuade para huir de confrontaciones y situaciones incómodas. Es importante no creer siempre que la polarización está en la otra parte del discurso y aceptar que la responsabilidad también cae en nuestro lado del tablero.
P.- ¿Se puede crear comunidad entre tanto ‘hater’ católico?
R.- Es curioso, pero el odio tiende a unir a personas muy dispares entre sí con el objetivo común de oponerse a una idea o persona. Quizás la respuesta pase por saber incidir en dicho odio con tal de revertirlo hacia emociones menos tóxicas. Si esa gente pudo encontrar un punto en común, ¿por qué no habrían de existir otros puentes algo más constructivos? El reto es no asumir esta cuestión pensando que no se va a conseguir nada porque, de otro modo, ¿cómo sería posible creer en el cambio de los corazones?
Puntos de vista distintos
P.- ¿Cómo se combaten los discursos de odio en las redes?
R.- En primer lugar, no tratándolos como combates. El lenguaje que solemos usar está muy cargado de enfrentamiento. A veces la Iglesia parece la primera dispuesta a presentar “batalla”. Necesitamos espacios que trasciendan el uso de formas de comunicación estereotipadas. El diálogo no puede aspirar a que haya una figura ganadora del mismo.
Disminuir el nivel de odio es consecuencia directa de la renovación de perspectivas simplistas hacia formas que incorporen puntos de vista distintos. Entender que hay más cosmovisiones además de la propia, asumir que estas provienen de experiencias humanas y que todas ellas, por tanto, reflejan algo del‘Imago Dei, ayuda todo ello a expandir el horizonte de la misericordia.