Editorial

Las nulidades se pierden en el papel

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Se cumplen diez años de la publicación de los dos ‘motu proprio’ sobre las nulidades matrimoniales: ‘Mitis Iudex Dominus Iesus’ y ‘Mitis et misericors Iesus’. Precisamente, ese fue el epicentro del discurso que Francisco pronunció el pasado 31 de enero con motivo de la apertura del Año Judicial ante el equipo del Tribunal de la Rota Romana. El Papa compartió que “es triste saber que los fieles” desconocen esta reforma.



Una década bien podría haber sido un plazo razonable para aterrizar unos cambios más que pertinentes que buscan poner la justicia al servicio de quienes están atravesando una ruptura vital, primando la gratuidad y la agilización de los procesos sin que se vean mermadas las garantías judiciales. Lo certificó el decano de la Rota, Alejandro Arellano, que dio fe de su calidad “sin rigorismos estrechos ni laxitudes arbitrarias”.

Anillos separados por una grieta. Separación, divorcio, nulidades matrimoniales

Sin embargo, como constata el Papa, no se aplica como debiera. De ahí que no sea anecdótico que presentara al obispo diocesano como “garante” de su materialización. Con esta alerta, no queda más que cada báculo haga examen de conciencia sobre los recursos diocesanos y la proactividad personal para que estos ‘motu propio’ no se queden en un papel.

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