Enrique Lluc
Doctor en Ciencias Económicas

Consagrados en las redes sociales


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Leo en la página 15 del número 3.330 de la revista Vida Nueva que Francisco, dirigiéndose a los influyentes (influencers en su modalidad inglesa) consagrados les dijo “vayan y lleven la esperanza de Jesús, especialmente con los más alejados. Y que la virtualidad fortalezca la presencialidad para que la red genere comunión que haga presenta a Jesús en su vida y, con creatividad y coraje, anuncien la misericordia y la ternura de Dios”. Se trata de todo un programa, de toda una declaración de intenciones que nos orienta sobre el camino que pueden seguir aquellos consagrados que están presentes en las redes.



Francisco ve estas como una manera de fortalecer la presencialidad, para que el seguimiento a Jesús se haga con mayor profundidad y para que el anuncio de la misericordia y la ternura de Dios se haga realidad en la vida de las personas. Jesús es un camino de esperanza para nuestras vidas. Seguirlo implica un estilo de vida misericordioso y tierno que pone nuestra vida y nuestros talentos a trabajar para los demás. Algo totalmente contrario a lo que proclama nuestra sociedad economicista que es totalmente autorreferencial y pone nuestros talentos solamente a nuestro servicio.

Por ello, en un mundo tan autorreferencial como son las redes sociales, que son utilizadas con frecuencia para el propio lucimiento y autosatisfacción, que existan consagrados (y también no consagrados) que estén en ellas y que se sirvan de estos instrumentos para anunciar la buena noticia del amor de Dios, es siempre algo que podemos agradecer.


Animado por ese artículo de Vida Nueva, me atrevo a entrar en un campo que no es el mío: el de los consagrados en las redes sociales. Como tengo muchas amistades que, además de ser personas consagradas, están en redes sociales, llevo desde hace tiempo observando lo que ponen en sus redes, la clase de entradas que introducen y por donde transcurren sus intervenciones en ellas. Por ello, esta semana y las tres próximas voy a describir aquello que veo y voy a hacerme preguntas para compartirlas con los lectores de este blog.

Dar testimonio

La línea en la que voy a dirigir mi reflexión y mis preguntas es esa, precisamente. Si estamos dando un testimonio que difiere de lo que se ve habitualmente, es decir, de esa autorreferencia tan generalizada en las redes que son utilizadas para la autocomplacencia y el enaltecimiento de lo que cada uno hace o es o se siente. Si hay un verdadero anuncio del amor de Dios y un regalo para aquellos que ven o leen las entradas que cada uno hace y si realmente lo virtual lleva a lo presencial, es decir, si estos mensajes ayudan a las personas a vivir en su día a día la misericordia y la ternura del amor de Dios hacia nosotros. Invito a todos los lectores a que también lo observen y reflexionen sobre ello.