Francisco recuerda a los científicos “su responsabilidad de detener la fabricación y uso de armas nucleares y biológicas”

La Sesión Plenaria de la Pontificia Academia de las Ciencias ha dado comienzo de forma virtual hoy, 7 de octubre. Y, ante esta ocasión, el papa Francisco ha enviado un mensaje a sus participantes en el que ha querido agradecer su trabajo, por el cual, en estos tiempos, ha reconocido que su interés “es aun más vivo, porque ha dedicado este pleno a lo que, con razón, es un tema de profunda preocupación para toda la humanidad”. Y es que, durante las jornadas, que durarán hasta el próximo viernes 9 de octubre, se abordará “la noción de ciencia al servicio de las personas para la supervivencia de la humanidad a la luz de la pandemia del SARS-CoV-2/Covid-19 y otros problemas globales”.



“En efecto, la pandemia sacó a la luz no solo nuestras falsas seguridades, sino también la incapacidad de los países del mundo para trabajar juntos”, ha dicho el Papa en su mensaje, en el que, además, ha señalado que “pese a toda nuestra hiperconectividad, asistimos a una fragmentación que dificultaba la resolución de problemas que nos afectan a todos”. Para Francisco “es significativo que esta Sesión Plenaria virtual de la Academia reúna varias disciplinas científicas diferentes” ya que, en este sentido, “ofrece un ejemplo de cómo los desafíos de la crisis del Covid-19 deben ser abordados a través de esfuerzos coordinados al servicio de toda la familia humana”.

“Como sabemos”, ha continuado el Papa, “el virus, al afectar la salud de las personas, también ha afectado a todo el tejido social, económico y espiritual de la sociedad, paralizando las relaciones humanas, el trabajo, la manufactura, el comercio e incluso muchas actividades espirituales”. Por ello, tiene un impacto “enorme”, además, en la educación. “En muchas partes del mundo, un gran número de niños no puede regresar a la escuela y esta situación corre el riesgo de un aumento del trabajo infantil, la explotación, el abuso y la desnutrición”, ha subrayado.

Acceso equitativo a la salud

“En este sentido, ninguno de nosotros puede dejar de preocuparse por el impacto de la crisis en los pobres del mundo”, porque “para muchos de ellos, la cuestión es de hecho la propia supervivencia”. “Junto con la contribución de las ciencias, las necesidades de los miembros más pobres de nuestra familia humana claman por soluciones equitativas por parte de los gobiernos y todos los tomadores de decisiones”, ha recordado Francisco. Asimismo, ha subrayado que “los sistemas de salud, por ejemplo, deben ser mucho más inclusivos y accesibles para los desfavorecidos y los que viven en países de bajos ingresos”. “Si alguien debe tener preferencia, sea el más necesitado y vulnerable entre nosotros”, ha añadido.

En esta línea, el papa Francisco ha pedido una vez más que, cuando las vacunas contra el coronavirus estén disponibles, “se debe garantizar el acceso equitativo a ellas independientemente de los ingresos, siempre comenzando por el mínimo”. Asimismo, Francisco ha señalado que la erupción de la pandemia, dentro del contexto del calentamiento global, la crisis ecológica y la pérdida de biodiversidad, “representa un llamado a nuestra familia humana a repensar su curso, arrepentirse y emprender una conversión ecológica”.

Así, haciendo referencia a ‘Fratelli Tutti’, el Papa ha recordado la necesaria “conversión que se nutre de todos los dones y talentos que Dios nos ha dado para promover una ‘ecología humana’ digna de nuestra dignidad innata y destino común”. “Qué maravilloso sería si el crecimiento de la innovación científica y tecnológica pudiera venir acompañado de más igualdad e inclusión social. ¡Qué maravilloso sería, incluso mientras descubrimos planetas lejanos, redescubrir las necesidades de los hermanos y hermanas que orbitan a nuestro alrededor!”, apunta el Papa.

“Las reflexiones de su Pleno sobre las ciencias y la supervivencia de la humanidad también plantean el tema de escenarios similares que podrían originarse en los laboratorios más avanzados de las ciencias físicas y biológicas”, ha concluido, recordando que, por “muy grande que sea la responsabilidad de los políticos, no exime a los científicos de reconocer sus propias responsabilidades éticas en el esfuerzo por detener no solo la fabricación, posesión y uso de armas nucleares, sino también el desarrollo de armas biológicas, con su potencial para devastar a civiles inocentes y, de hecho, a pueblos enteros”.

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