Iglesia por el Trabajo Decente reclama empleos “como Dios quiere”

  • El grupo ha publicado un manifiesto con motivo de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, que se celebra el 7 de octubre
  • “Cuando hablamos de precariedad laboral lo hacemos de vidas truncadas, vulnerables y violentadas”

Trabajo decente

Con motivo de la celebración, el próximo 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, las organizaciones que integran la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) han publicado un manifiesto en el que han pedido, de forma conjunta, a todos los agentes que participan en la organización política, económica y social del trabajo, “adoptar las medidas necesarias para conseguir que el trabajo decente sea una realidad accesible para todas las personas” y, sobre todo, que garantice su dignidad.

“Como organizaciones y movimientos de Iglesia encarnados en la realidad del trabajo, queremos ser buena noticia en nuestras casas y barrios, lugares de trabajo y centros de estudios”, han subrayado. Por eso, haciendo referencia a las palabras de Francisco, han recordad que, cuando “cuando la sociedad está organizada de tal modo, que no todos tienen la posibilidad de trabajar, de estar unidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es justa! Va contra el mismo Dios, que ha querido que nuestra dignidad comience desde aquí”.

La organización han constatado, una vez más, que “el trabajo está lejos de ser un derecho que garantice la dignidad de la persona, mientras sigue aumentado el número de trabajadores y trabajadoras pobres”. “Cuando hablamos de precariedad laboral”, explican, “lo hacemos de vidas truncadas, vulnerables y violentadas; de personas explotadas y abusadas por contratos temporales y eventuales, con sueldos que no concuerdan con las horas realizadas, sin seguridad en el puesto de trabajo y sujetos a una flexibilidad que acaba quebrando la dimensión personal de las personas trabajadoras al imposibilitar una verdadera conciliación entre trabajo, familia, descanso, participación social y ocio”.

Reivindicar la dignidad de la persona

Por estos motivos y sensibles ante esta realidad, ITD ha reivindicado que “los poderes públicos se comprometan de forma activa en la construcción de un sistema económico, social y laboral justo, fraterno y sostenible que sitúe a la persona en el centro”. De la misma manera, han señalado la necesidad de que “el trabajo sea garante de dignidad y justicia, así como del desarrollo integral de la persona, de sus capacidades, dones y vocación”, así como “fuente de reconocimiento social y personal, a través de la dignificación de los cuidados”, para lo que será necesario incorporar “nuevos planteamientos de políticas sociales, de género y educativas en igualdad entre mujeres y hombres”.

“El trabajo es para la vida, por lo que es imprescindible que se realice en un entorno de seguridad y salud, con condiciones que garanticen la integridad física y psíquica de la persona”, subraya ITD, una organización que se siente llamada “a estar alerta para denunciar, desde la ternura, la compasión y el estilo de vida de Jesús de Nazaret, la denigración que está sufriendo la persona y el trabajo”.

Por último, la organización ha señalado que esta Jornada coincidirá con el inicio del Sínodo especial para la Amazonía, con cuyos convocados comparte “tanto los retos que nos lanza el cuidado de la Casa Común como las inquietudes ante el deterioro medioambiental y las violaciones de derechos humanos que conlleva para las comunidades más vulnerables”. Y es que, la defensa de la creación “nos involucra directamente como ITD en la defensa de unas condiciones laborales dignas para quienes se ven sometidos, bajo escandalosas condiciones de explotación, a prácticas productivas insostenibles con la dignidad humana y el equilibrio medioambiental”.

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