Los obispos mexicanos se solidarizan con el episcopado venezolano

El arzobispo Rogelio Cabrera López manifestó su disposición de colaborar con los obispos de Venezuela “en las necesidades que se presentan y ayudar al pueblo a salir de esta lamentable realidad”

El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, se solidarizó con los obispos de Venezuela, a quienes les manifestó su disposición a colaborar “en las necesidades que se presentan, y ayudar al pueblo venezolano a salir de esta lamentable realidad”.

El también Arzobispo de Monterrey recordó que uno de los signos que debe caracterizar a los miembros de la Iglesia es la solidaridad, misma que debe manifestarse no sólo en las palabras, sino también en acciones concretas, “que hagan sentir al prójimo nuestra cercanía, independientemente del momento por el que esté pasando”.

Dijo que en particular la Arquidiócesis de Monterrey se une en la fe y en la oración a los hermanos de la Iglesia de Venezuela, e hizo referencia al reciente mensaje de los Obispos de Venezuela quienes calificaron de dramática y de extrema gravedad la situación que vive el pueblo por el deterioro del respeto a los derechos y a la calidad de vida, sumado a la creciente pobreza y el no tener a quien acudir”.

Para Cabrera López, la defensa de la libertad en el país sudamericano ha costado mucha sangre y sufrimientos, por lo que hizo una invitación a todos los fieles a unirse en oración por la restauración de la paz en pueblo venezolano, “pidiendo a Dios que se restablezca el respeto a los derechos universales y que a nadie se le niegue el alimento, el trabajo, la educación y los servicios primarios, especialmente en los sectores en donde la pobreza extrema provoca ansiedad y desafortunados actos que enlutan la vida de las familias”.

Mediación por la paz

Por otra parte, dijo reconocer la decisión que ha tomado el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha señalado que conforme a la tradición histórica de nuestro país en política exterior, “no nos debemos meter en asuntos de otros pueblos y otras naciones”, y ha ofrecido que, por medio de la Secretaría de Relaciones Exteriores, México pueda ser intermediario en las negociaciones de paz, sin mostrar injerencia en el conflicto”.

“Será siempre en el respeto y en el diálogo cordial en donde se encontrarán soluciones viables para todo tipo de conflicto”, apuntó.

Finalmente, reiteró su solidaridad en la oración, “pidiendo a Dios que se abran los corazones de quienes no se han dado la oportunidad de reflexionar que no es en la opresión y el autoritarismo en donde se encuentra el desarrollo de un pueblo, sino en el respeto, la unidad y el esfuerzo en común”.

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