La Iglesia está dispuesta a mediar y acompañar los diálogos entre el Gobierno y los estudiantes

  • Frente a la crisis de la educación superior en Colombia, la Conferencia Episcopal expresa su preocupación e invita a buscar soluciones integrales
  • Los obispos recuerdan que “la educación es un derecho inalienable, al que todos deberían acceder y que todos debemos defender”

Este 28 de noviembre, cuando se desarrolla una de las jornadas de protesta de mayor impacto en lo corrido de este año, en la que estudiantes, profesores, trabajadores y otros gremios se han unido para llevar adelante la movilización “toma de las capitales”, con el fin de exigir, prioritariamente, la financiación de la educación superior, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) ha expresado su preocupación frente a las problemáticas y los desafíos que se deben afrontar de cara a la tarea educativa, al tiempo que manifiesta su disposición para “facilitar y acompañar” los diálogos entre el Gobierno y los estudiantes.

Los obispos de Colombia invitan a buscar soluciones que “no solo respondan a las urgencias coyunturales, sino que dirijan los esfuerzos hacia el mejoramiento de la calidad educativa en todos los niveles y de manera integral”, recordando que “la educación es un pilar fundamental para el desarrollo y la construcción de la paz”.  Así lo expresó la CEC por medio de un comunicado a la opinión pública, suscrito por su presidente, el arzobispo de Villavicencio, Oscar Urbina, su vicepresidente, el arzobispo de Medellín, Ricardo Tobón, y por el secretario general del organismo eclesial, el obispo auxiliar de Medellín, Elkin Álvarez.

Educación de calidad para construir la paz

Los prelados manifiestan –en un claro llamamiento al Gobierno– que “no es posible alcanzar la paz si no ofrecemos una educación integral y que el futuro de todos depende en buena medida de cuanto se haga por cualificar los procesos educativos”.

“Si queremos encaminar el país hacia el bien común, construir una nación reconciliada y en paz, y mantener viva la esperanza, es necesario que volvamos la mirada a la tarea educativa y que todos nos sintamos comprometidos con su renovación haciendo de ella una prioridad,” señalaron.

Más allá del financiamiento

Por otra parte, con respecto a las movilizaciones estudiantiles de las últimas semanas, los obispos católicos han recordado que “la educación es un derecho inalienable”, al tiempo que piden “ir más allá” porque “no conviene quedarse solo en lograr el financiamiento” de las instituciones en todos sus niveles desde el básico hasta el superior.

De igual forma, la Iglesia ha manifestado que es necesario dirigir los esfuerzos hacia el mejoramiento de la calidad educativa en todos sus niveles, apoyar todas las iniciativas legítimas y “construir y poner en acto una política educativa propia” que responda a los desafíos de la realidad nacional.

Asimismo, los obispos han dado su su apoyo a la protesta pacífica en el ejercicio de la democracia como parte de un derecho fundamental. En este sentido han pedido “respetar y proteger la vida de los manifestantes, de los responsables del orden y del resto de la ciudadanía”.

Soluciones viables

Para la CEC es preciso “mantener el diálogo” para que las partes gobierno, estudiantes y demás interesados “lleguen a soluciones viables y concertadas para superar las problemáticas que han dado origen a las protestas.”

En este sentido, los obispos están dispuestos, con el apoyo de un delegado de la CEC, a facilitar y acompañar este proceso de diálogo e invitan “a todos los colombianos a rodear las iniciativas nacionales y regionales para salir de la actual emergencia educativa”.

Con todo, la Iglesia ha enfatizado que es necesario “ir hasta las raíces más profundas de esta crisis para encontrar las respuestas adecuadas”.

Foto: El Tiempo

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