El presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB), Paul Coakley, ha criticado duramente la política migratoria del presidente Donald Trump al advertir que las deportaciones masivas impulsadas por su administración están “infundiendo miedo” entre las comunidades inmigrantes del país. Algo que, según subrayó el prelado, contradice tanto la doctrina social de la Iglesia como los valores fundacionales de Estados Unidos.
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“Está infundiendo miedo de forma bastante generalizada”, dijo Coakley, refiriéndose a Donald Trump, en una entrevista emitida en el programa Face the Nation de CBS News. “Creo que es algo que nos preocupa a todos: que las personas tienen derecho a vivir con seguridad y sin temor a deportaciones aleatorias”, añadió el prelado.
Desde que Trump volvió a la Casa Blanca, más de 527.000 migrantes en situación irregular han sido expulsados del país, y 1,6 millones más han abandonado Estados Unidos voluntariamente. Los datos los proporciona el propio Departamento de Seguridad Nacional, pero para la Iglesia no son solo cifras. “El impacto humano es real”, insisten los obispos.
I was able to sit down today for an interview with Face the Nation on CBS News that will air on Sunday morning, 12/21, at 9:30 a.m. CT, 10:30 a.m. ET.
I hope you will be able to tune in! pic.twitter.com/SitgGARheJ
— Archbishop Paul S. Coakley (@ArchbishopOKC) December 19, 2025
La Iglesia frente a la política de Trump
En este sentido, el arzobispo de Oklahoma City señaló durante la entrevista que la estrategia de control migratorio del actual gobierno ha generado un clima de ansiedad y temor constante, especialmente en familias que llevan años viviendo en el país.
Coakley insistió en que la Iglesia no se opone a la existencia de fronteras ni a su resguardo. Sin embargo, subrayó que la crítica se centra en que la administración trate a los migrantes de una manera “preocupante y deshumanizante”. “Siempre debemos tratar a las personas con dignidad, la dignidad que Dios nos otorga. “El Estado no lo otorga, y el Estado no lo puede quitar”, subrayó el obispo.
