La Librería Editora Vaticana ha lanzado una nueva edición de La práctica de la presencia de Dios, el tratado espiritual del carmelita descalzo Lorenzo de la Resurrección (1614–1691). El volumen, que sale a la venta este 19 de diciembre, incluye un prólogo del papa León XIV, quien reconoce que este “es uno de los textos que más han marcado mi vida espiritual”.
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Para el Pontífice, el valor del libro no reside en su densidad doctrinal, sino en su radical simplicidad. “El camino que fray Lorenzo nos indica es sencillo y arduo al mismo tiempo”, escribe. “Sencillo porque no requiere más que recordar constantemente a Dios, con pequeños actos continuos de alabanza, oración, súplica, adoración […] Arduo, porque exige un camino de purificación, de ascetismo, de renuncia y de conversión de lo más íntimo de nosotros mismos”.
El autor, cocinero y luego zapatero del convento parisino del Carmelo, ofrece una espiritualidad sin adornos, tejida con gestos cotidianos y un humor desarmante. “Dios lo ha ‘engañado’ —ironiza León XIV—, porque él, que entró quizás un poco presuntuosamente en el monasterio para sacrificarse y expiar duramente sus pecados de juventud, encontró en cambio una vida llena de alegría”.
El Dios “de las ollas”
El Papa vincula la experiencia mística de fray Lorenzo con la de Teresa de Ávila, quien hablaba de un “Dios de las ollas”, una familiaridad con lo divino que brota del quehacer diario. Aun así, subraya, no se trata de una vivencia reservada a los contemplativos: “Indica un camino practicable por todos, precisamente porque es sencillo y cotidiano”.
En su reflexión, León XIV conecta este “vivir en presencia de Dios” con una ética que trasciende normas. “Toda la ética cristiana puede resumirse realmente en este recordar continuamente que Dios está presente: Él está aquí”, sostiene. “Esta memoria supera todo moralismo y toda reducción del Evangelio a un mero conjunto de reglas”, asegura el Papa.