Una veintena de agentes de la Guardia Civil han entrado esta mañana en el convento de Orduña para conocer el estado de las cinco clarisas ancianas fieles a la Iglesia católica, y trasladarlas a otros conventos de la Orden y reciban así los cuidados necesarios.
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Se trata del tercer intento de la comisión judicial enviada por la fiscal del caso Belorado, dentro de las medidas cautelares adoptadas por el Tribunal de Briviesca en el proceso de desahucio de las ocho ex religiosas y los demás ocupantes del monasterio de Santa María Bretonera de Belorado.
Desde agosto
Ya el pasado mes de agosto, las ex religiosas impidieron que la Guardia Civil culminaran el mandado judicial de rescatar a las ancianas que tienen entre 87 y 101 años. El 28 de noviembre se repitió la escena sobre este monasterio sobre el que también pesa una demanda de desahucio.
Una de las monjas cismáticas, sor Paloma, ha asegurado a través de varios vídeos difundidos que la comitiva judicial se va a llevar a las mayores, y ha insistido en que lo hace en contra de su voluntad, para trasladarlas a otros monasterios de la Federación de Clarisas, extremo este no confirmado por la Guardia Civil.
Las monjas ancianas fueron trasladadas desde el convento burgalés al de Orduña a finales de julio, unos días antes de que el Juzgado de Briviesca diera la razón al Arzobispado y ordenara a las ocho monjas excomulgadas que desalojen el monasterio de Belorado, desahucio pendiente de ejecutar.
